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[Namaari × Raya]

-Raya-

Se supone que entraría a robar el pergamino del dragón y me iría, no se en que momento las cosas se complicaron tanto.

- Ah... ¡No muerdas!

Namaari, esa despreciable binturi que me traicionó hace años.
Todo esto es culpa de ella, si no me hubiera atrapado y acorralado contra la pared para "intimidarme" no habríamos terminado en esta posición.

- Dices que no lo haga pero tu cuerpo dice otra cosa

Oh, toi esta mujer no se calla la boca ni siquiera cuando está ocupada con mi ropa.

- Pero sigue hablando, suena muy bien tu voz en este momento...

¿Debería noquearla e irme para que deje de decir tonterías?, pésima idea, me buscara por todas las tierras si lo hago, y ya no tengo muy buen expediente.

- A la cama, es más cómodo

Cada vez me pierdo más, debo negarme pero de alguna forma tengo curiosidad por lo que está sucediendo.
Ya estoy bajo ella en la cama que, hasta ahora, no me había percatado, es enorme.
Ella arriba quitando del camino mi cabello y ropa en búsqueda de tocar más piel.
Jadeo ante el tacto de sus manos tibias contra mi cintura descubierta, se siente como una corriente eléctrica en mi cuerpo.

- Para ser tú, estás bastante tranquila, ¿Debería asustarme?

Pensaba responder con algún comentario mordaz pero fui interrumpida por sus labios sobre los míos, besando tan intensamente que siento que pierdo el aliento.
Siento que sus manos están sobre la única prenda que cubre mi pecho, una venda, pero se detiene al filo de esta.

- ¿Está... Bien esto?

Me mira con una expresión tan suave que me cuesta unos segundos reconocer que esta mujer es la misma que me persigue como un gato a un ratón.
¿Está dudando? No, yo conozco esa voz, es la voz de alguien que da clemencia, no cree que pueda soportar ésto tal vez.
Frunzo el ceño algo molesta y en un movimiento que apenas registro cambio la posición, conmigo sobre ella a horcajadas.
Su rostro muestra sorpresa y eso es todo lo que necesito para sentir que voy ganando una batalla imaginaría.
Con esta sensación de victoria tomo sus manos y las pongo en mi cintura, sintiendo como poco a poco ella afirma su agarre en está, tomando más confianza.

- Quién diría que puedes ser tan atrevida...

Dice con esa sonrisa molesta, gruñó en respuesta pensando seriamente en irme, pero sin poder hacerlo porque me decido a ganar esto de cualquier forma.
Muevo ligeramente mis caderas en círculos sobre su pelvis, logrando una reacción de asombro nuevamente, así está mejor.
Sostiene con fuerza mis caderas, busca tener el control, es motivante.
Siento como baja las manos con una lentitud que casi logra que la insulte, llega hasta donde lo desea, y se detiene haciendo que suelte un jadeo frustrado.

- ¿Muy desesperada? Pareces estarlo...

Esta jugando descaradamente conmigo y no puedo hacer ni decir nada para debatir.
Con sus manos en mis muslos, masajeando sin vergüenza, haciendo crecer un calor intenso en mi vientre.

- Que linda te ves encima mío, dep la

Esa voz ligeramente ronca, tan seductora en sus labios, llegando a mis oídos melodiosa mente para molestarme y seducirme como ella quiere.

Oɴᴇ-sʜᴏᴛs GLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora