Cap.12

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La brisa matutina acariciaba suavemente los campos que rodeaban el castillo, mientras el solo comenzaba a asomarse en el reino de Aldoria, pintando el cielo con tonos dorados y rosado.En el tranquilo jardín del castillo, se encontraba el Simon, Wille y su pequeña pero no tan pequeña Emily, los tres estaban esperando que tanto Louis como moritz bajaran para asi comenzar a tener un desayuno en familia.

—¿Los abuelos tardan mucho no?— dice Emily un poco impaciente ya que la comida que se encontraba frente a ella tenia un delicioso aroma y a su vez lucía demasiado apetitosa.

—Cariño, no es que tarden tanto es solo que noostros madrugamos ya que alguien estaba muy emocionada por comenzar su día. —dice su padre wille riendo un poco.

—Así es cariño, debemos esp...¡oh, mira, ahí vienen Louis y Moritz! —dice ahora su padre Simon.

Louis y Moritz venían tomados de la mano y riendo de algunas cosas que decia el más bajo, al mirar a su familia ambos chicos apresuraron el paso para asi poder llegar a la mesa junto al lago en el jardín, Al llegar louis se acerca a cada persona que se encontraba en la mesa esperandolos y deja un tierno beso en la frente de cada uno y luego toma asiento en la cabecera de la mesa con Moritz a su lado derecho y Wille a su lado izquierdo.

—Disculpen la tardanza es solo que alguien se tardaba mucho en la ducha y no me dejaba ducharme y prepararme para bajar. —comenta louis sonriendo y tomando un pedazo de pan para luego servirse una taza de cafe.

—¿Disculpa? tú eras el que se tardaba mucho, yo estaba desde hace horas arreglado, no me estes difamando frente a nuestra familia boo...—. dice Moritz fingiendo indignación

—Oh, ¿es así? Entonces, ¿no fue el que se quedó dormido cinco minutos más después de que sonara la alarma? —responde Louis, levantando una ceja con picardía.

Moritz le devuelve la mirada con una sonrisa traviesa. —Tal vez, pero solo porque necesitaba esos cinco minutos extra de belleza. No todos somos tan naturalmente hermosos como tú, Lou.

Simon y Wille reian ante los comentarios de los dos hombres adultos, mientras que Emily solo los miraba con una pizca de diversión y soltando una que otra risa.

—bueno, bueno, basta ya, dios mio ustedes dos parecen mas unos niños pequeños peleando siempre, ni parecen que son padres y abuelos, dejen ya de pelear y ponganse a comer que su la fiera de la casa–wille señala a Emily.— tiene hambre y no creo que los espere.

—Eso es cierto, muero de hambre y la comida esta deliciosa abuelos. —la joven rie y toma algo de comida. —Por cierto, mi papá Simon me ha estado contando tu historia abu.—mira a louis y sonrie de manera orgullosa.—el escucharla solo hace que me sienta cada vez mas orgullosa de que seas mi abuelo, sin duda eras y eres un chico muy valiente y fuerte, bueno en realidad lo son y lo fueron todos los de esta familia, de verdad no saben lo orgullosa que me siento por ser una Belmont...

Louis sonrie sintiendo su corazon llenarse de amor por lo dicho de su pequeña nieta y toma la mano de su hijo Wille. —Muchas gracias mi pequeña, la verdad es que si amor, ambos y bueno todos en este castillo fuimos y somos muy valientes.

La joven sonrie.— ¡Si!, de hecho mis papás dicen que soy igual de valiente que tú y que tengo mucho de tu carácter, eso es algo que amo y me siento muy orgullosa.

Mientras disfrutaban de la comida, Louis y Moritz compartieron algunas anécdotas divertidas de su juventud, haciendo reír a todos en la mesa. Simon y Wille recordaron algunos momentos similares,compartiendo historias de aventuras y travesuras que habían vivido juntos.

Emily, fascinada por las historias de sus abuelos y padres, escuchaba atentamente cada palabra, imaginándose a sí misma viviendo sus propias aventuras en el futuro. Louis la miró con ternura, sintiendo un profundo amor y admiración por su nieta.

The song of the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora