𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

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𝗛𝗮𝗰𝗲 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 𝗮ñ𝗼𝘀

Me veo en el espejo, intentando que me guste,o por lo menos me agrade la chica que se refleja allí. Suelto un suspiro, hoy era mi cumpleaños numero 18 y mi padre había organizado una pequeña fiesta. Había algunos de sus amigos, los mios y tambien unos cuantos familiares. Mi hermano mayor había venido desde la universidad y mi madre, por desgracia, también se encontraba aquí.

La puerta de la habitación se abrió con brutalidad, y por ella apareció mi mejor amiga. Me vio con una gran sonrisa y se acercó para abrazarme.

Estas hermosa -susurro en mi oído- Te quiero mucho Emma Alba -bromeo con mi segundo nombre-

Y yo a ti, Giselle Larissa.

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, la planta de abajo se sentía otro mundo. Musica relajante, personas teniendo conversaciones y bebiendo champagne. No era el tipo de fiestas que me gustaban. Liam, mi mejor amigo se acercó a nosotras para desearme un feliz cumpleaños y bromear un poco con Giselle.

Cariño -dijo mi padre con una sonrisa mientras se acercaba a mi- Te estábamos esperando para un retrato familiar.

¿Un retrato familiar? Vaya, hace mucho no escuchaba eso.

Me despedí de mis dos mejores amigos y camine a su lado, saludando a algunas personas, agradeciéndoles por sus buenos deseos y aceptando sus regalos y comentarios.

Pudiste haberte puesto un mejor vestido -dijo mi madre mientras me observaba de pies a cabeza con una mueca en el rostro- ¿Aún hay tiempo para que se cambie?

Mi padre y hermano la miraron con el ceño fruncido

¿Qué te pasa Abigail? -dijo mi padre- Ese vestido le queda perfecto, como todo lo que se pone.

No empieces, es lo único que te pido -dijo mi hermano hacia mi madre-

Ella soltó un bufido y los ignoro completamente. Me coloque al lado de mi hermano, el cual me fundió en un abrazo.

Gracias por venir, te he extrañado -le dije a mi hermano-

Si es por ti vendría corriendo, lo sabes. -dijo con una sonrisa-

¿Están listos, Señor Lombardi? -preguntó el fotógrafo hacía mi padre, quien asintió y se posiciono en un extremo, dejando a mi madre en el otro y a mi hermano y a mi en el medio. Sonreímos y el flash nos cegó por unos pocos segundos- Quedaron perfectos.

Muchas gracias -agradeci. Justo pasaba un camarero con copas de champagne y agarre una rápidamente. Idea la cual no pareció agradarle a mi madre-

¿Acabo de cumplir 18 y ya vas a dejar que beba alcohol, Hugo? -dijo mi madre-

Está bebiendo alcohol bajo mi supervisión y sabe controlarse -le contestó de mala gana. Ni siquiera se porque la invito si sabemos que sobraba aqui, queria decirles-

Va a ser alcohólica -dijo mi madre-

¿Como tu? -me giré hacia ella con los ojos prendidos en llama y la garganta llenas de púas- No tienes ningún derecho a meterte con mi crianza, ni con lo que me pongo y mucho menos como luzco. Nunca has estado presente y no entiendo que rayos haces aquí porque dejame decirte que sobras. Somos solos los tres, no te necesitamos a ti.

Soy tu madre -dijo escandalizada por que le haya dicho aquello-

Me importa un mierda -pensé-

Me alcé de hombros y me pegue a mi padre para susurrarle un "Vuelvo enseguida" y dejarlo con mi madre despotricando acerca de mi. Me dirigí con rapidez al baño para poder lavarme la cara y borrar las lagrimas que habian caido por mis mejillas en las escaleras. Gracias a Dios no iba maquillada. Sentía un nudo en la garganta y la mente llena de pensamientos negativos que nunca había tenido.

𝐌𝐲 𝐅𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫'𝐬 𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 / 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora