Prometidos

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Decir que Jeongin estaba petrificado era poco para ese punto de la conversación, sabía perfectamente que ese momento llegaría, o al menos sabía que Hyunjin tenía las intenciones de proponerle matrimonio, sabía que quería decir que si de inmediato, pero vivirlo y tener a su alfa frente a él esperando una respuesta con un anillo en la mano era muy distinto, por algún motivo su boca no coordina con su cerebro, las palabras no salen de su boca; la emoción lo enmudeció.

Cuando Jeongin era un niño soñaba con una familia, con hijos y una vida hermosa al lado de esa persona ideal que encontraría en algún momento, evidentemente no sabía su rol dentro de esa pareja porque aún era un cachorro, un simple niño que quería vivir algo tan lindo como lo que sus padres tenían entre sí, soñando con lindos cuentos de hadas que lo harían feliz para siempre.

Cuando se presentó como Omega, todo fue tan diferente; su emoción e ilusión no hicieron más que incrementarse. Iba a tener una pareja, iba a casarse con alguien e iba a ser madre de uno o varios cachorros, y tendría una familia preciosa... Pero con el tiempo, cuando se dio cuenta de que la sociedad no es tan buena como pensaba y que los omegas no son tratados de la mejor manera, se desilusionó. Se dio cuenta de que encontrar un amor puro y sincero sería demasiado complicado para él.

Muchas de las personas aborrecen a los de su tipo y otras tantas simplemente no quieren involucrarse con omegas varones. A Jeongin no le interesa lo que piensen de él pero es consciente de que no iba a ser sencillo que su sueño se realizara; esos estereotipos y el acoso que recibía constantemente por sus compañeros, le hicieron creer que nadie nunca iba a interesarse en él de esa manera. Decidió que no iba a esperar nada, si llegaba llegaría, si alguien lo pretendía entonces vería qué tan lejos llegar, solamente dejó de pensar mucho en ello.

Si esperas desilusionarte entonces no resultarás desilusionado.

Se enfocó en su nuevo sueño, una carrera, una linda profesión que lo hace feliz, que lo ayuda a ayudar, que le permite cuidar de otros y hacer su vida un poco más sencilla en los tiempos difíciles. Se concentró en cuidar de su hermanita y en hacer su trabajo de la manera que le gustaba hasta que un día simplemente... Sucedió.

Hyunjin entró a su vida, lo rescató, lo ayudó y le dio un giro a su rutina. Trabajar era mucho más reconfortante desde que dos preciosos ojos verdes se abrieron frente a él, dos ojos que cada día le miraban con más brillo y lo esperaban al entrar a esa habitación de cuidados intensivos, dos ojos tan lindos que poco a poco se adueñaban de lo profundo de su alma, haciendo que su pecho se alocara con solo verlos. Al inicio se encariñó de Hyunjin por medio de las historias que sus padres le contaban cuando él aun no despertaba, se encariño de sus facciones tranquilas al dormir y de la alegría que siempre le contaron que tenía.

Con el tiempo se enamoró de Hyunjin, de su protección, de su cariño y ayuda incondicional, se enamoró de su Alfa interior y de la hermosa persona es. Luego supo que estaba perdido por completo, en sus besos, en sus cuidados, en sus mimos... Jeongin cayó irremediable y rápidamente y comenzó a ilusionarse otra vez.

Al poco tiempo Hyunjin ya había traído de vuelta su sueño, su cálida idea de una familia, de una vida tranquila y armoniosa a lado del amor de su vida... De su alma gemela. Vino el noviazgo, el cortejo, la marca y todo con una rapidez impresionante, pero Jeongin no cambiaría nada en absoluto, incluso todos esos malos ratos que han tenido que pasar para llegar a ese momento en específico, porque sabe que todo es parte del amor.

En los libros de ficción o historias románticas nos dicen que el amor es hermoso, que el amor es inmensamente maravilloso y Jeongin lo sabe, lo ha comprobado en carne propia porque no hay sensación mejor que sentirse amado por  Hwang Hyunjin, pero poco se habla del dolor que provoca el amor, del sufrimiento que se comparte en los malos momentos, de la preocupación constante por el bien de otro ser humano, de ese hueco en el estómago al saber que están pasando por un bache, eso también es parte de estar enamorado... Eso es algo que ellos han experimentado bien, pero no interesa, no cuando Jeongin está dispuesto a todo eso porque Hyunjin lo merece, porque ese hombre de cabello rizado y sonrisa encantadora es el amor de su vida y vale la pena cada segundo a su lado.

Where we land > Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora