🍃 ¿Una chica de McLaren y un chico de Ferrari? ¿En qué momento permitió que eso sucediese?
Iris estaba dispuesta a aprovechar la gran oportunidad que se le había concedido. No obstante, no contaba con la presencia de un joven piloto que volvería su...
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CHAPTER 4
︶꒦ rumous & gossip ꒦︶
🍃🍃🍃
Iris.
El agua gélida descendió por mi garganta y apaciguó los malestares derivados del calor. Bristol no destacaba por sus altas temperaturas precisamente, pero no estaba habituada a soportar más de veinte grados.
—Voy a quitar el ventilador —Cassie extendió el brazo en dirección al mismo y recibió una patada por mi parte—. ¿¡Qué haces, psicópata!?
—¡Ni se te ocurra quitarlo!
—¡Tengo frío!
—¿Y la psicópata soy yo? —Cuestioné en una especie de chillido agudo.
Ethan, que se hallaba en la esquina contraria del amplio sofá, encogió sus extremidades inferiores para evitar daños innecesarios. La relación entre mi compañera de piso y yo era buena, ¡de verdad! Comenzamos a vivir juntas de manera sorpresiva y la convivencia resultó beneficiosa para ambas.
Sin embargo... ello no quitaba que fuésemos totalmente opuestas en muchos aspectos; la amiga calurosa y la amiga friolera; la rubia y la morena; la extrovertida y la introvertida; la amante del picante y la hater; la impulsiva y la racional.
—No peleéis —pidió Ethan sin siquiera desviar la mirada de la pantalla de su teléfono móvil.
—Cállate, inútil —respondimos Cassie y yo al unísono. Una de las pocas veces en las que estábamos de acuerdo.
El de cabellera oscura se encogió de hombros y continuó revisando sus redes sociales. Había aprendido a base de golpes que la mejor opción era no entrometerse en las peleas infantiles que protagonizábamos, prácticamente, a diario.
—¡Iris D'Angelo! Eres italiana, una chica mediterránea en toda regla. ¿Cómo es posible que toleres tan poco el calor? —Me recriminó mientras sus cejas se hundían. Por supuesto, todos los años debía hacer referencia a mis orígenes para obtener un pretexto que le permitiera apagar el ventilador o cualquier fuente de aire frío.
—¡Hace años que no voy a Italia, tonta! Me he acostumbrado a este clima —reiteré la explicación que en tantas ocasiones le había proporcionado.
Lo cierto era que, gracias a mi "trabajo" ejercido en redes sociales y los empleos de medio tiempo que conseguía, no tenía pensado volver. Italia, un país bello al que me gustaría regresar en algún punto de mi vida, no obstante, la situación con mi familia y los recuerdos que originarían el regreso a tierras italianas me lo imposibilitaban. Prefería cuidar de mi salud mental.
