Secuestrado

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-Ayúdenme... Por favor... Ayuda...-

{Era todo lo que pensaba un chico de ojos bicolor que se encontraba recostado en una cama vieja y sucia, el chico solo llevaba puesto un short roto y viejo, estaba lleno de mordidas y golpes, lleno de chupetones y cortes... Pero, ¿Cómo acabo este chico así? Se preguntarán, bueno para responder esto, tenemos que regresar algunos años atrás, cuando el chico estaba en la escuela}

-Vamos, será divertido- Decía un chico de ojos almendra a un chico de ojos bicolor

-No lo sé... Es que estoy ocupado al rato...-

-¡Siempre igual! ¡Pones excusas tontas para no ir a los carnavales!-

-Lo siento es que... No puedo...- (Bueno, de que puedo, puedo, pero no me gustan los carnavales) Pensó para sí mismo

{Estos chicos iban de camino de su escuela a su casa, era un camino algo largo, y estaban discutiendo si ir o no, a un carnaval, Después de unos minutos uno fue por un camino y el otro por el otro... Más le hubiera valido al chico de ojos bicolor haberse ido al carnaval... Ya que eso fue lo último que se supo del joven...}

{Desde entonces el chico tiene un amargo sabor de boca... Se sentía culpable de que su amigo hubiera desaparecido... Siempre se preguntaba, ¿Y si hubiera insistido más? ¿Y si lo hubiera acompañado a casa?, Se echaba la culpa, siempre, solo habían pasado dos meses desde que había desaparecido, y ya mucha gente lo había dado por muerto...}

-Es que, ¿Dónde podría estar? ¿Y si se lo llevaron a otro país? ¿Y si lo lastiman?-

- Cálmate, sabes que hacerte esas preguntas una y otra vez no ayudara en nada-

-Tú cállate, al igual que todos, tú crees que está muerto-

-Yo nunca dije eso-

-Pero lo pensaste, ¿Me equivoco?-

-Sparta... Él ya no está... No dejo ni una carta, ni donde iba a estar... Es probable que ya este muerto... Y no es por ser pesimista, pero así funciona el mundo...-

-Mike... De eso tratan los secuestros, no dejan rastro que existió esa persona, no dejan rastro de donde podría estar, yo sé que sigue vivo, yo sé que está en alguna parte, sé que quiere que lo encontremo-

-¡Cállate! ¡Por Dios, escúchate a ti mismo, estás hablando tonterías!-

-¡Para ti son tonterías!, para mí es un foco de esperanza, así que si no me vas a ayudar a buscar, bien, seguiré buscando solo-