Capítulo 44

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Nota de la autora: Abróchense los cinturones, amigos. Éste será largo.

Nota de la traductora: y será toda una aventura, así que agárrense fuerte!

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1 de junio de 1996

Hermione había estado reprimiendo un dolor de cabeza desde que llegó al Ministerio a primera hora de la mañana. Leo había sido particularmente frustrante los últimos días, protestando que si los gemelos Weasley podían decidir dejar Hogwarts porque sentían que ya no lo necesitaban, entonces ¿por qué no podía hacer él lo mismo con la escuela muggle?

Una vez que finalmente lo llevó a la escuela, se apareció de regreso a la casa y viajó por red Flu al Ministerio para ocuparse de otro niño.

"¿Dónde se esconde, Maestra Snape? ¡Le hemos dado todo lo que necesita saber!" El ministro Fudge se quejó.

"No puedo expresarle esto lo suficiente, Ministro. Los cálculos dicen que no se está escondiendo".

Eso le había llevado a pasar otra hora rogándole que volviera a calcular los resultados con distintas diferencias. Al final, él le había pedido que cambiara tantas cosas que ella calculó que Albus se convirtió en una cabra y su hermano lo albergaba en Hogsmeade. Se enviaron aurores. Percy Weasley llamó brillante al Ministro. Hermione quería un trago.

Lástima que ni siquiera era mediodía.

"¡Maestra Snape!" alguien llamó mientras caminaba por el pasillo hacia el vestíbulo. Como no era Fudge, se detuvo y se giró para ver a un pequeño mago corriendo hacia ella. "Maestra Snape, he estado tratando de contactarla, pero nadie parece saber cómo".

"¿Le puedo ayudar en algo?"

Se tomó un momento para recuperar el aliento. "Soy del Departamento de Educación, división EXTASIS y TIMO".

Finalmente algo iba bien.

"¿Recibió mis recomendaciones para modificar las plumas?" preguntó con una sonrisa genuina, y el hombrecito le devolvió la sonrisa.

"¡Oh sí! Han sido bastante efectivas. Pero me pregunto por qué no pudimos probarlas con la tinta sobre la que nos escribió. ¿La que cambia de color si un estudiante logra usar un hechizo para copiar?"

"Mi marido tiene que prepararla especialmente. Lamento muchísimo que no haya podido entregársela a tiempo para la prueba previa, pero me dice que la nueva directora lo hace preparar muchas otras pociones para sus... métodos de disciplina. Pero le aseguro que la tendrá lista y en sus tinteros para los exámenes".

"¡Excelente!" – sonrió el hombre pequeño. "Pero me pregunto, ¿qué le dio la idea de que las palabras 'Cabeza hueca' aparecieran con tinta en la frente de quien escribe si hace trampa?"

Hermione sonrió. "Son de las palabras favoritas de alguien que amo. Si me disculpa, señor, me gustaría escapar antes de que nuestro estimado ministro descubra que los cálculos que me ha hecho hacer son absurdos."

Él se rió entre dientes, le dio las gracias nuevamente y la dejó seguir su camino.

Estaba sonriendo para sí misma mientras cruzaba el Atrio, decidiendo que entraría en el mundo muggle y se daría el capricho de un café costoso y bien preparado para ayudar a reducir su dolor de cabeza. Ella se lo merecía.

Estaba cruzando la calle cuando escuchó el sonido de su teléfono celular que rara vez usaba. Una vez que estuvo a salvo del otro lado, lo abrió con una mano. "¿Hola?"

Corrigiendo El DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora