Lucía salió a caminar después de una noche tumultuosa. La tensión acumulada de los últimos días la había alcanzado, y un ataque de ansiedad la dejó temblando en su habitación. Después de un sueño agitado y sin descanso, decidió tomar un respiro y salir a tomar aire fresco.
Mientras caminaba por el callejón, perdida en sus pensamientos, vio la figura de Samuel entre la basura y los cartones. El corazón de Lucía se apretó con preocupación al reconocerlo en ese estado lamentable. Recordó la pelea que habían tenido el día anterior, el dolor y la angustia que habían compartido.
**Lucía:** "¡Samuel!"
Corrió hacia él, el miedo y la compasión luchando dentro de ella. Se arrodilló a su lado, poniendo una mano en su hombro, sintiendo el temblor de su cuerpo.
**Samuel:** "Lucía, lo siento. No quería que me vieras así."
Lucía lo miró con ternura, sin juzgarlo por su vulnerabilidad. Juntos, se dirigieron hacia la casa de Lucía, donde ella lo ayudó a entrar y lo llevó al baño para que se diera un baño reconfortante.
Mientras Samuel se sumergía en el agua caliente, Lucía esperaba afuera, el corazón aún pesado por la pelea y el dolor compartido. Sabía que Samuel necesitaba más que palabras reconfortantes; necesitaba apoyo incondicional y comprensión.
Cuando Samuel salió del baño, Lucía lo recibió con una taza de té caliente y un hombro en el que apoyarse. Se sentaron juntos en el sofá, y Samuel comenzó a abrirse sobre la pelea con su madre y los años de dolor que había enfrentado en su hogar.
**Samuel:** "Me siento tan perdido, Lucía. Como si no hubiera ningún lugar al que pertenezca, ninguna persona que me ame de verdad."
Lucía escuchaba con el corazón roto, sintiendo la profundidad de la herida que Samuel llevaba dentro.
**Lucía:** "Samuel, el amor no conoce fronteras ni condiciones. Te amo por quien eres, con tus luces y tus sombras. No importa cuán oscuro pueda parecer el camino, estaré aquí a tu lado para ayudarte a encontrar la luz."
Samuel se removió incómodo, pero finalmente decidió abrirse sobre lo que había pasado con su madre. Relató la pelea con detalle, describiendo las palabras hirientes que habían sido intercambiadas y el dolor profundo que lo había invadido.
**Samuel:** "Fue como si todo el dolor que había estado guardando dentro de mí explotara de repente. Me sentí tan impotente, tan vulnerable..."
Las lágrimas llenaron los ojos de Samuel mientras recordaba el doloroso encuentro con su madre. Lucía lo envolvió en un abrazo reconfortante, dejándole saber que no estaba solo en su dolor.
Esa noche, Lucía y Samuel se quedaron despiertos hablando hasta altas horas de la madrugada, compartiendo sus miedos y sueños más profundos. En ese momento de vulnerabilidad y conexión, encontraron consuelo el uno en el otro, una luz brillante en medio de la oscuridad de sus vidas.
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"Sombras y Destellos"
RomanceEn "Sombras y Destellos", seguimos la historia de Lucía, una joven de 18 años que, en una fiesta, conoce a Samuel, un hombre misterioso y carismático de 25 años. A través de miradas y sonrisas, comienzan una conexión inesperada que los lleva a larga...