Izuku abrió los ojos, confuso. Giró la cabeza hacia su cama y vio a Bakugou sentado como un muñeco, mirándolo con una expresión neutra. La cama estaba impecablemente hecha y apenas se escuchaban las respiraciones del pelinegro.—¡AHHHH! —gritó por instinto.
Bakugou abrió los ojos de par en par, el miedo reflejado en su rostro, y se levantó apresuradamente.
—¡Perdón, Midoriya! N-no quería asustarte... P-pensé que era mejor ya levantarme p-para no molestarte más.
—No te preocupes, s-solo no esperaba verte ahí —soltó un suspiro, pudiendo relajarse. Estiró su cuerpo y se levantó del futón— Te prestaré ropa. Eres un poco más bajito y delgado que Kacchan, así que supongo que mi ropa te quedará bien.
Katsuki solo asintió, mirando atento a cómo Izuku le mostraba su ropa, dejándole elegir qué quería usar.
—P-puedes salir... Es que me da pena que me veas... ya sabes —murmuró Bakugou, sus mejillas enrojeciendo mientras desviaba la mirada hacia el suelo.
—¡Claro! N-no te preocupes, igual planeaba preguntarte.
Mientras salía de la habitación, Izuku se quedó pensando. Era normal que Bakugou no quisiera que lo vieran, pero había algo extraño en cómo siempre trataba de cubrir su cuello.
Osea, cada quién con sus cosas, entiende que tal vez no quiera mostrarse y es normal ¿pero el cuello? no lo juzga pero no lo entiende y eso que él una gran parte de su vida fue alguien inseguro.
Cuando lo vio por primera vez, llevaba el uniforme que suponía era de la "UA" en su universo. No era de su incumbencia, pero Katsuki se veía... ansioso.
Mira a todos como si fueran a golpear, insultarlo o hacerle daño de cualquier forma, en todo caso, su problema de su ansiosidad pudo desarrollarse antes de venir a su universo, lo que de alguna manera le llega a preocupar ¿Qué pasó con el antes de venir? tal vez "qué" sea la respuesta si no quien.
Ese pensamiento le hizo temblar por la insertidumbre qué hay detrás de su teoría, quiere creer que quizás solo esta sobrepensando las cosas, además si es una versión invertida de kacchan tiene lógica que actúe con miedo.
O eso espera.
Un par de minutos después, escuchó que Bakugou le decía que podía pasar, sacándolo de sus pensamientos. Entró y vio al pelinegro. Este le pidió casi casi rogando que le diera una camiseta que tuviera cuello de tortuga, lo cual le dio una que nunca usaba. Otra vez haciendo énfasis en no mostrar su cuello.
Tras cambiarse, Izuku propuso ir a la cocina para desayunar, y Bakugou aceptó con un leve asentimiento.
Ambos bajaron, no había nadie ya que la mayoría salió temprano para estar con su familia y había otros que solo les gusta dormir hasta tarde.
Habían pasado unos cuantos minutos hasta que escuchó el grito de Katsuki, sincronizado con unas carcajadas burlonas.
Vio cómo del pasillo salía su doble, agarrándose el estómago por no parar de reír, intentando hablar pero volviendo a tomar aire y soltando otra carcajada.
También notó cómo su pareja tenía la cara pintada, ojeroso, con unos cuantos mechones mal pintados de negro.
—¡Miren, ahora esa copia se ve igual de estúpida que Bakugou! —apuntó con su índice hacia Katsuki, provocando que su risa aumentara.
—¡Kacchan! ¿Qué pasó? ¿Por qué estás así? —Izuku se acercó rápido con la intención de ver de cerca al rubio. Se notaba demasiado molesto, aunque esa palabra no era suficiente para describir su cara.
—¡¡Quítate!! VOY A QUEMARLE LAS BOLAS A ESE IMBÉCIL.
Apartó a Izuku sin cuidado alguno, dirigiéndose al pelirosa que iba soltando suspiros. Cuando este giró su cara, sintió la explosión en ese instante sin darle tiempo a reaccionar, sumado a un golpe en la mejilla que lo dejó anonadado.
—¡Midoriya! —gritó el pelinegro, arrugó el entrecejo, mirando con enojo al rubio, activó su Don que iba directo hacia el rubio.
Izuku notó cómo lo iba a implosionar. Miró cómo en el mesón de la cocina había una bandeja de metal que fue dejada ahí. Activó su Don, agarrándola y corrió hacia Katsuki, empujándolo para que Bakugou tocara la bandeja.
Un extraño sonido de metal retorciéndose llenó el aire. Los bordes de la bandeja empezaron a curvarse hacia adentro, como si una fuerza invisible la aplastara desde todos los lados.
En cuestión de segundos, la bandeja se contrajo, cada vez más rápido, creando un vacío que absorbió todo el sonido alrededor. El aire pareció ser succionado hacia el centro del colapso.
Con un último y seco estallido, la bandeja se redujo a un pequeño y denso trozo de metal. Un zumbido que se creó fue desapareciendo en segundos, dejando en el suelo aquella cosa irreconocible que fue la bandeja.
Izuku levantó su vista, mirando atento a Katsuki.
—¡¿Qué te pasa?! ¡¡Lo ibas a matar!! —Izuku gritó realmente molesto, se dio la vuelta rápidamente para ver si el rubio estaba bien.
Midoriya quedó estático al ver a Bakugou usar su Don. Gruñó bajo, casi rechinando sus dientes, apretó sus puños, dirigiéndose hacia el pelinegro.
Odia que intenten protegerlo, no es un niño pequeño al que le tienen que cambiar el pañal, en especial si es alguien como Bakugou, aborrece esa idea, ese pensamiento, esa probabilidad, lo asquea. Es capaz de volver a provocar a Katsuki para que vuelva a intentar golpearlo.
—Eres... ¡Eres un idiota! —cacheteó al contrario quien lo miraba atento—. ¡¿Quién mierda te dijo que me defendieras?! ¡¡Nadie!! ¿¡Me escuchaste?! ¡¡Grábatelo en tu puta cabeza!! ERES UN INÚTIL, INSERVIBLE LLORÓN —soltó un golpe en la otra mejilla sin pena ni culpa.
Katsuki bajó su vista al suelo, llorando como si sus ojos fueran cataratas. No le importaba sentir sus mejillas arder. Le dolía más la frase que había soltado Midoriya, quien le daba la espalda murmurando cosas que no entendía.
—Perdón... —nadie escuchó eso, porque parecía que a nadie le importaba.
vvs mi descenso a la locura esta
comenzando, me quiero m4tar pero
equissssss 🫦💀
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Los Otros Nosotros
Fiksi PenggemarCuando Izuku y Katsuki son atacados por un villano con un Quirk... extraño ven como aparecen dobles invertidos de ellos mismos quienes no son exactamente peligrosos, o eso aparentan.