One Piece: Voluntad

125 Guerra de Dragones

Qué situación tan problemática estar. Yo, Mihawk, miré de lado a lado, y solo hubo guerra, destrucción y tal vez el evento más grande y destructivo desde God Valley.

¡BANG!

¡BANG!

¡BOOM!

Cada ataque causó una destrucción sin precedentes en Onigashima. La gente común se había arrojado hace mucho tiempo al mar, tratando de nadar a las otras provincias de Wano y lejos de esta catástrofe, aunque eso no les iba a ayudar.

El anciano se estaba dejando llevar con Charlotte Linlin como si ambos fueran un par de niños jugando en el césped. Excepto que este no era un campo de hierba; este era un campo de batalla, y su Conquistador Haki se estaba volviendo desenfrenado. Me imaginé que no tenía muchas oportunidades de mostrar su poder últimamente, y su enfermedad también debe venir con un montón de frustraciones.

¡WHOOSH!

Sentí una ráfaga de energía más allá de mí, y mi rostro cambió considerablemente; esto acababa de dejar de ser una guerra común entre piratas.

Blandí Yoru y lo cargué en la mayor medida con mi 4a Voluntad; se manifestó un enorme aura verde ardiente, y lo corté.

¡WHOOSH!

El mundo se detuvo y se volvió verde, pero mi barra no se extendió como lo haría normalmente; en su lugar, cortó algo que se parecía a una pared enorme pero invisible frente a mí.

¡BOOM!

El "muro" se rompió en millones de pedazos, revelando el mundo verdadero. Este había sido un dominio sobre mí, y ya sabía quién era la otra parte... alguien que no debería estar aliado ni con Kaido ni con Gran Mamá, y sin embargo...

"¿Qué estás haciendo aquí, segundo caballero?" Su voz era sorda y poco expresiva, ya que se manifestaba frente a mí como si hubiera estado allí todo el tiempo. Este fue un individuo problemático, aunque no se parecía exactamente a la última vez que lo vi en God Valley, cuando era solo una niña pequeña que todavía estaba entrenando.

"San Dumas de Montecristo... Si estás aquí... Entiendo que no estás solo. Y también entiendo que el "señor" tiene sus manos en esto", sonreí. Parecía que aquí es donde mi camino termina como caballero de Dios. Durante los últimos cinco años, hubo muchas cosas que sabía y mucha información que reuní... es una regla que, a excepción de Garling, a los otros caballeros no se les permite conseguir o predicar en el camino de los demás. Y mucho menos, soy el único de los caballeros que deja a Marie Geoise e incluso vive fuera de ella.

No sabían que Veyron y yo no solo no somos enemigos, sino que también estamos casados. Su estar casado conmigo no es un secreto, pero tampoco es de conocimiento público... después de todo, sus "orgullosas esposas oficiales" son Hancock, Sandersonia y Marigold.

Pero eso terminaría hoy.

Ambos caímos al suelo, y él blandió su arma contra mí; era un Estoc negro profundo. Una de las doce armas supremas, la hoja negra, Dantes. La espada estaba cubierta de una energía invisible pero catastrófica, la que pertenecía a su fruta del diablo.

Se alentó hacia mí: "Si no te retiras ahora, segundo caballero... Tomaré esto como tu traición a la orden santa. Por lo que entendimos... tú y Dráculo Veyron erais enemigos".

¡RUMBLE!

Su ataque no estaba imbuido de Conquistador Haki; en cambio, un poderoso aura cortada, destruyendo, no, "borrando" cualquier cosa en su camino. Fue una de las energías más profundas de este mundo, como me explicó Veyron una vez. Siempre pensé que los poderes de este caballero eran misteriosos hasta que aprendí mucho de mi pequeño marido.