Por la impresión de tener a Kim Namjoon justo al frente con una de sus manos en su rostro, Seokjin se levantó quedando aún cerca, de ese modo pudo percibir su perfume y ver aún más de cerca sus ojos azules eléctricos y recordó la vez en que la tormenta inspiró su exposición, el primer día en que Kim Namjoon entró a su vida, al igual que esa misma tormenta llena de truenos, que ironía.
Hipnotizado por el recuerdo y por ese par de ojos que lo llaman, su cuerpo se acerca cada vez más hasta que pudo sentir la respiración de Namjoon sobre sus labios y antes de que pueda retirarse recobrando la cordura, una mano se lo impide cuando lo sostiene de la nuca y lo acerca.
No obstante lo detiene con ambas manos colocándolas sobre su pecho quedando así a milímetros de que sus labios se toquen.
Namjoon lo reta con su mirada penetrante e intensa para después hacer más presión en su nuca pero no lo permite girando su rostro a un lado.
-Suélteme ahora-advierte y al no ser liberado añade-si quiere que termine su escultura déjeme ir ahora mismo.
Namjoon ejerce fuerza en su mandíbula y requiere de toda su fuerza de voluntad para dejarlo ir.
En el instante en que lo soltó Seokjin alza su mirada y observa a su empleador con el rostro más duro que haya visto en su vida, su expresión va más allá del enojo, está furioso y con ese sentimiento que parece agobiarlo por cada parte de su cuerpo se acomoda el traje y sale de la habitación no sin antes decir unas cuantas palabras.
-Baja a comer, es la última vez que te lo pido, la siguiente no voy a ser educado.
Esa advertencia Seokjin supo que no era por la comida y aunque quería decir algunas cosas optó por quedarse con la boca cerrada. En ocasiones como esta hay que saber cuándo mantener el silencio.
-¿Qué fue eso?-pregunta Seokjin en voz baja para sí mismo cuando estuvo solo.
Al bajar al comedor su habitual silencio lo recibió, no obstante su mirada distante y tan helada como un témpano de hielo le erizó la piel. Al parecer el enojo aún seguía a flor de de piel.
La comida fue demasiado incómoda, tanto que Seokjin apenas pudo probar un par de bocados y como poder tener apetito cuando una bestia furibunda se encuentra frente a él mirando cada movimiento con tanta intensidad que parece más un enorme león a punto de cazar a un inocente cervatillo.
-¿Terminaste la obra?-pregunta de pronto cortando el filete de carne manteniendo la mirada fija en él.
Para este momento Seokjin siente que es el filete sobre el plato de Kim Namjoon.
-No-responde lo mejor que puede llevando un trozo de lechuga a su boca-planeo retomar la obra cuando tenga el boceto listo y aprobado por usted.
-Te estás tardando demasiado-fue su respuesta, luego la comida siguió su curso en total silencio, uno que Seokjin no pudo soportar, pero la sobrellevó lo mejor que pudo hasta que su empleador se puso de pie y se marchó.
Al poco tiempo Susy le ofreció volver a calentar su comida a lo que Seokjin se negó, nada podía entrar en su estómago de todos modos, pero a las dos de la mañana estaba arrepentido por no haber comido por lo que ahora en medio de la cocina se encuentra buscando algo que comer.
-Debiste comer a la hora adecuada.
Esa voz ronca acompañada con un tono suave eriza su piel, no está seguro de porqué su cuerpo y su mente están tan cocientes de Kim Namjoon cuando se encuentra presente. Una parte de el quiere salir huyendo lo más rápido posible y la otra esta desesperada porque lo atrape, ¿y luego? Si se deja atrapar sabe que terminará destruido por completo.
-Antes no tuve demasiado apetito.
-Deberías comer más, estas delgado.
-Es difícil comer cuando alguien arruinó mi vida-contesta en tono bajo, tomando leche del refrigerador.
-Eres valiente-ríe Kim Namjoon y cuando pasa frente a Seokjin con un vaso de agua en la mano añade-cuida tus palabras ante la persona que puede arruinarte todavía más.
Esa mirada penetrante, su boca moviéndose lentamente mientras lo amenaza nuevamente y su lengua qué acarició levemente su labio inferior provoca en Seokjin un loco y frenetico retumbar en su pecho.
Definitivamente es un felino que se divierte jugando con su presa antes de engullir por completo cada parte de su cuerpo.
Debería estar asustado, lo sabe pero su mente acaba de tener un torbellino de pensamientos. Tenía temor por su amenaza y también el calor inunda su mente cuando observó más detalladamente el torso desnudo de Kim Namjoon.
Una cosa era verlo de lejos y otra completamente diferente tenerlo tan cerca, puede jurar que sintió un poco de calor corporal emanar de su cuerpo tonificado.
Olvidando completamente la leche fue directamente a su habitación para tomar algunas hojas en blanco e iniciar un boceto.
El lápiz parece tener vida propia sobre el papel, las formas aparecen poco a poco con cada trazo y Seokjin ya puede visualizar la figura sobre el mármol, ya puede sentir que cobra vida bajo sus instrumentos. Deseando tener ya el mármol y darle forma, suspira terminando el último boceto.
Al alzar la vista la mañana ya esta a la vuelta de la esquina y cuando es consciente de aquello y al ver el escritorio puede observar muchos dibujos sobre ella. Al parecer había dibujado cada parte de la escultura que quiere hacer.
Deseando poder tener el mármol para hacer la escultura va a la cama y cuando se derrumba sobre las sábanas un par de toques en la puerta lo obligan a levantarse. Al otro lado Kim Namjoon con su habitual rostro serio lo observa con cansancio.
-¿Acaso siempre voy a tener que venir a tocar tu puerta para bajes a comer? Te dije anoche que estas demasiado delgado, ven a comer ya.
-Sí señor-antes de que Kim Namjoon se vaya es detenido-espere un momento, ayer en la noche hice un boceto, me gustaría que lo vea.
Kim Namjoon va al escritorio, parece aburrido pero cuando observa los dibujos su rostro cambia repentinamente, parece que le gusta lo que ve, sin embargo sus palabras son diferentes.
-No me gusta, ahora vamos a desayunar, tengo hambre y que sea la última vez que tengo que venir hasta tu habitación.
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Canario Dorado (Namjin)
FanficEn un dia lluvioso él llegó a la vida de Kim Seokjin, con su mirada seductora, voz profunda y atrayente lo deslumbró por completo, más aún el conocimiento de dejarse llevar por la esencia de un alfa que no estaba dispuesto a tomarlo en serio lo puso...