Tropezó varias veces y en todas logró ponerse en pie. Su mano apretaba cada herida, que sabía muy bien que cada punto se había abierto.
A pesar de la lluvia su cuerpo sudaba por el esfuerzo tan grande que hacia. Las gotas de lluvia que comenzaron siendo finas, ahora lastimaban su cuerpo.
El cielo se oscureció, las ramas de cada árbol y pino se movían con violencia, crujiente con amenaza de caer.
Por un momento dejó de moverse, busco estabilizarse en un antiguo pino, su mano temblaba pero no tenía la intención de caer. Cerró los ojos para buscar sus últimos esfuerzos, su cabeza palpitaba con amenaza de ceder a la inconsciencia." Caminaron por algunos minutos en aquel bosque, la frescura del ambiente lleno sus corazones de una paz tan necesario.
La bruja más joven caminaba sin mencionar palabra alguna, detrás de ella una pequeña criatura.
-¿Amita?- Logro llamar la atención de la chica - ¿Esta segura de mudarse aquí, Nissa no cuestiona las desiciones de su amita- no dejó de caminar junto a la bruja -Nissa solo quiere asegurarse de estar para la amita, siempre que esta lo requiera-
La de cabellera blanca se detuvo en seco, por unos segundos estuvo sin moverse poniendo nerviosa a la elfa. Las grandes orejas de la criatura se levantaron al escuchar algo que había más allá.
Eris sonrió al escuchar lo mismo, apartando algunos arbustos vio algo que incendio su corazón. Al final de todo el trayecto había un acantilado donde las olas golpean las rocas.
Hipnotizada camino hasta la orilla, su falda y cabello se movieron por la brisa. Era muy hermoso. Salió de su encanto al escuchar una rama quebrarse, dándose la vuelta al ver cómo cierta elfa casi perdía el equilibrio, logró tomarla de la tela que cubría su delgado cuerpo. Sin pensar la rodeó en un abrazo, escucho aquel corazón acelerado.
Nissa respiro rápido, aquellos brazos nunca la soltaron. Se relajo y vio como su amita la miraba con amabilidad y ternura.
"-¿No te parece hermoso?- Eris levanto un
brazo para señalar a lo que se refería. Al hacer eso le dio el ángulo perfecto a su compañera de ver aquella herida fresca en su rostro. Las orejas de la elfa cayeron por la tristeza que sintió, un alma tan joven y pura ensuciada por la crueldad de otros.
-Si amita- aún sentía la duda de porque esta joven bruja la dejaba acercarse tanto, brindarle tantas atenciones y verla como una igual. Aun en el reconfortante abrazo ambas no apartaron la mirada de aquella olas.
-Este es nuestro hogar- se acomodaron para sentir el calor de la otra. Eris no pasó desapercibida como Nissa miraba su herida, sin evitarlo paso sus dedos por toda la longitud, sintiendo un poco de ardor -Tom dice que no la oculte, me ha dado un refigio- titubeo al decir esto último
-Debo seguir el camino que yo misma abrí- se levantó con delicadeza y le extendió la mano a la elfa. -Quédate siempre a mi lado- le regaló la sonrisa más sincera.
-Nissa siempre estará con su amita- selló el agarre firme y cálido."
Sus piernas no la pudieron sostener más, su ropa estaba completamente sucia. Manchas de sangre comenzaron a notarse más.
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.