Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)

22- Espectro

-Ya veo, por eso Bell no está aquí.

Kai pronunció las palabras con una calma forzada, acomodándose en la silla con una elegancia desganada. Blair, con una sonrisa triunfante apenas disimulada, asintió.

-Necesitaba hablar contigo, Kai. Sabía que si nos encontrábamos en un lugar apartado, me agredirías... Así que, aquí estamos.

Kai se relamió los labios, asintiendo lentamente mientras un pensamiento lo atormentaba: había sido un error dejar a Evan solo.

-¿Qué quieres? preguntó, con un tono que no ocultaba su impaciencia.

Blair tomó un sorbo de su copa antes de responder.

-¿Recuerdas la última vez que nos vimos?

Kai rodó los ojos, cansado de aquel juego infantil.

-Sí, claro... Cuando te vi acostandote con Tony. Lo recuerdo muy bien.

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Kai irrumpió en la habitación, una tormenta de ira y confusión marcando su semblante. Blair, al percibir su presencia, supo de inmediato que algo estaba terriblemente mal.

-¿Qué sucede, Kai? -preguntó con una cautela que rozaba el miedo.

-No puedo creer que me preguntes eso, Blair -la voz de Kai temblaba, cargada de una mezcla de incredulidad y dolor-. Te vi... Teniendo sexo con Tony.

Blair sintió cómo un nudo se formaba en su estómago. Había anticipado este momento, pero enfrentarlo era otra historia.

-Kai, por favor, déjame explicarte -empezó, acercándose a él con las manos extendidas, buscando una conexión que pudiera salvarlos.

Kai retrocedió, como si el mero contacto con ella fuera venenoso.

-¡Traicionaste todo lo que tú y Evan tenían! ¿Acaso lo amabas, o también era parte de tu juego?

-No es tan simple -respondió Blair, luchando por mantener la calma. Pero las manos de Kai rodearon su cuello, apretando con una fuerza que presagiaba un final trágico. Sin embargo, se detuvo. Justo a tiempo.

Después de aquel incidente, Blair fue llevada al hospital y tanto Kai como Evan fueron vetados de la familia.

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Blair se tocó el cuello, recordando aquella sensación asfixiante. No esperaba que Kai lo mencionara con tal simplicidad.

-Sí... Verás, puedo explicarlo.

-No me interesa -dijo Kai, desviando la mirada hacia su reloj. Solo quería ver a Bell.

Ella contempló su copa, como si en su reflejo pudiera encontrar las palabras adecuadas.
-Lo hice por mi padre, para ayudarlo a ganar las elecciones. Si recibía ayuda de Tony, podía ganar, y eso fue lo que pasó. Fue un acto desesperado, y lo lamento más de lo que puedes imaginar.

Kai escuchó un atisbo de sinceridad en sus palabras, pero ya no importaba.
-Tuve que ocultarlo, tuve que soportar la miseria por eso, y tú nunca fuiste a ver a Evan...

La culpa inundó a Blair, pero Kai continuó.
-Pensé que lo amabas, siempre lo creí hasta ese momento. Pensé que serías quien lo ayudaría a enfrentar sus miedos... Pero estaba equivocado.

Kai se levantó y ella le tomó la mano, desesperada.
-Aún puedo hacerlo, lo sé.

Kai observó a las personas a su alrededor, que los miraban como si fueran la pareja del año. Sonrió y le susurró:
-No, porque encontré a la indicada y no le llegas ni a los talones.