Capítulo 4 -Ataque-

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Harry, se había acostado en una de las literas superiores, encima de Ron, estaba boca arriba observando la lona del techo de la tienda, yo compartía litera con Hermione, tenía bastante sueño pero de vez en cuando resplandecían los faroles de los leprechauns y no me dejaban dormir, de verdad que mal ganar tienen... Ron estaba entretenido repasando algunas de las jugadas más espectaculares de Krum, o mejor dicho, de su marido, no paraba de hablar de cómo se moría de ganas de volver a montar en su Saeta de Fuego y probar el «Amago de Wronski» Un pirado sinceramente. La verdad no me imagino cómo aguantan a los fans siempre oyendo la ovación de una multitud de cien mil personas, les deberían de sangrar los oídos, Se nota que no soy muy fan?
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el señor Weasley, estaba gritando.

-¡Levantaos! ¡Ron, Harry, ___. deprisa, levantaos, es urgente! Me incorporé de un salto, Harry se golpeó la cabeza con la lona del techo.

-¿Qué pasa? -pregunté. Intuí que algo malo ocurría, porque los ruidos del campamento parecían distintos. Ya no había cánticos de los irlandeses, ahora se oían gritos, y gente que corría. Ron bajó de la litera y cogió su ropa, pero el señor Weasley, que se había puesto los vaqueros sobre el pijama, le dijo:

-No hay tiempo, Harry... Coge sólo tu chaqueta y sal... ¡Rápido!

De verdad parece que tiene un petardo en el culo, a ver que seguro que es importante y todo eso, pero al menos déjame despertarme primero, Los Weasleys a veces son demasiado pesados, Ingleses supongo...

Al salir se veía la luz de los escasos fuegos que aún ardían, a ver a gente que corría hacia el bosque, huyendo de algo que se acercaba detrás, por el campo, algo que emitía extraños destellos de luz y hacía un ruido como de disparos, como de una pistola. Llegaban hasta ellos abucheos escandalosos, carcajadas estridentes y gritos de borrachos. Todo normal hasta que apareció una fuerte luz de color verde que iluminó la escena. Vale, a lo mejor si que es grave... A través del campo marchaba una multitud de magos, que iban muy apretados y se movían todos juntos apuntando hacia arriba con las varitas. Entorné los ojos para distinguirlos mejor. Iban tapados con capuchas y máscaras.

Hermione y Ginny llegaron a toda prisa, poniéndose la bata sobre el camisón, con el señor Weasley detrás. Hombre se que era urgente, pero tampoco hacia falta salir asi... Al mismo tiempo salieron de la tienda los chicos Bill, Charlie y Percy, completamente vestidos, arremangados y con las varitas en la mano.

-Vamos a ayudar al Ministerio -gritó el señor Weasley por encima de todo aquel ruido-. Vosotros id al bosque, y no os separéis. ¡Cuando hayamos solucionado esto iré a buscaros!

Bill, Charlie y Percy se precipitaron al encuentro de la multitud.Fred y George se quedaron.

-Vamos -dijo Fred, cogiendo a Ginny de la mano y tirando de ella hacia el bosque.

Nosotros les seguimos. Al llegar a los primeros árboles volví la vista atrás. La multitud seguía creciendo. Distinguieron a los magos del Ministerio, que intentaban introducirse por entre el numeroso grupo para llegar hasta los encapuchados que iban en el centro: les estaba costando trabajo. Vaya panda de incompetentes, cuando yo sea aurora, esto no pasará, ya verás, voy a ser la mejor, supongo que debían de tener miedo de lanzar algún embrujo que tuviera como consecuencia la caída al suelo de la familia a la que estaban aterrorizando.. Las farolas de colores que habían iluminado el camino al estadio estaban apagadas. Oscuras siluetas daban tumbos entre los árboles, y se podía oír el llanto de niños; a su alrededor, en el frío aire de la noche, resonaban gritos de ansiedad y voces aterrorizadas. Avanzamos con dificultad, empujando a gente de un lado y de otro por personas cuyos rostros no podía distinguir. De pronto oí a Ron gritar de dolor.

-¿Qué te pasa? -pregunté nerviosa, lo último que nos hace falta es que se nos haya lesionado. Hermione se detuvo tan de repente que Harry chocó con ella

-. ¿Dónde estás, Ron? Qué gilipollez... ¡Lumos! La varita se encendió, y su haz de luz se proyectó en el camino. Ron estaba tumbado en el suelo.

-He tropezado con la raíz de un árbol -dijo de mal humor, volviendo a ponerse en pie.

-Bueno, con pies de ese tamaño, lo difícil sería no tropezar -dijo detrás de ellos una voz que arrastraba las palabras.

Nos giramos asustados. Draco Malfoy estaba solo, cerca de ellos, apoyado tranquilamente en un árbol. A pesar de estar en la misma casa, nunca hemos hablado, a ver, va con esa faceta de frío y tal, pero yo creo que el chico tiene problemas, y me da bastante pena, pero no me voy a acercar para que me grite o me embruje Tenía los brazos cruzados y parecía que había estado contemplando todo lo sucedido desde un hueco entre los árboles como un verdadero cotilla.

-¿Por qué no te vas a tomar por culo?- Respondió Ron enfadado.

-Cuida esa lengua, Weasley -le respondió Malfoy, con un brillo en los ojos-. ¿No sería mejor que echéis a correr? No os gustaría que la vieran, supongo... Señaló a Hermione con un gesto de la cabeza, al mismo tiempo que desde el cámping llegaba un sonido como de una bomba y un destello de luz verde iluminaba por un momento los árboles que había a su alrededor.

-¿Qué quieres decir? -pregunté Hermione desafiante.

-Que van detrás de los muggles, Granger -explicó Malfoy-. ¿Quieres ir por el aire enseñando las bragas? No tienes más que darte una vuelta... Vienen, Y tu, mezcla, no creo que les haga mucha gracia que una medio elfina esté con gente, dado que bueno... no puedes ser considerada como persona...- Dijo Malfoy

Pero que pedazo de cabrón, ya pena poca, ¿cómo se atreve a decirme eso? Para mezcla el, menudo aborto con patas
-¡Hermione es bruja! -exclamó Harry. Bua Harry gracias por defenderme a mi también, no hacía falta.

-Sigue tu camino, Potter -dijo Malfoy sonriendo maliciosamente-. Pero si crees que no pueden distinguir a una sangre sucia, quédate aquí.

-¡Te voy a lavar la boca! -gritó Ron. Todos sabíamos que sangre sucia era una denominación muy ofensiva para referirse a un mago o bruja que tenía padres muggles.

-No importa, Ron -dijo Hermione rápidamente.

. Desde el otro lado de los árboles llegó otra explosión, más fuerte que cualquiera de las anteriores. Cerca de ellos gritaron algunas personas. Malfoy soltó una risita.

-Qué fácil es asustarlos, ¿verdad? -dijo con calma-. Supongo que papaito os dijo que os escondierais. ¿Qué pretende? ¿Rescatar a los muggles? -

-¿Dónde están tus padres? -pregunté-. Tendrán una máscara puesta, ¿no?

Malfoy se volvió hacia mí,, sin dejar de sonreír.

-Bueno, si así fuera, me temo que no te lo diría, Granger.

-Venga, vámonos -los apremió Hermione, arrojándole a Malfoy una mirada de asco-. Tenemos que buscar a los otros.

-Mantén agachada tu cabeza, Sangre sucia-dijo Malfoy con desprecio.

-Vámonos -repitió Hermione, y arrastró a Ron y a Harry de nuevo al camino.. Ya cuando nos alejamos Ron rompió el silencio

-¡Os apuesto lo que queráis a que su padre es uno de los enmascarados! -exclamó Ron, furioso.

-¡Bueno, con un poco de suerte, el Ministerio lo atrapará! -repuso Hermione enfáticamente

-Bueno vale pero ¿Dónde están los otros?- Pregunté curiosa. Fred, George y Ginny habían desaparecido, aunque el camino estaba abarrotado de gente que huía sin dejar de echar nerviosas miradas por encima del hombro hacia el campamento.

 Fred, George y Ginny habían desaparecido, aunque el camino estaba abarrotado de gente que huía sin dejar de echar nerviosas miradas por encima del hombro hacia el campamento

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