sᴏʟᴀʀʙᴀʟʟs ʀᴇᴀᴄᴄɪᴏɴᴀ!

Traerlos

– Ahg~ Ya no tengo a nadie a quien molestar! – se quejaba una joven de cabello castaño sentada en una silla con ruedas mientras daba ligeras vueltas en la silla. Se notaba que estaba aburrida – Yoshiko! Ven! Estoy aburrida! – llamaba a su "creación" que solo daba respuestas negativas pues sabía lo que su creadora le quería hacer.

– No voy a ir! Será mi superior pero no iré, se bien lo que me quiere hacer mi lady – sip, no era de extrañarse de que la chica llamara haci a su creadora, le tenía un sumo respeto y admiración, quitando el hecho de que podía llegar a comportarse de manera infantil e irresponsable.

– Aww~ Entonces siquiera dame algo para entretenerme si? – le suplico de nuevo, la chica suspiró pesadamente para luego dirigirse a la sala donde se encontraba su creadora, a veces podía llegar a ser insoportable, aún no entendía la capacidad que tenía su amiga para soportar a su creadora.

– Mi lady, si quiere le puedo proporcionar una manera de entretenerse sin causar un desastre como la mayoría de las veces – hablo de manera calmada y respetuosa hacia la más joven. Si, la "creadora" era de menor edad que su creación – Podría, no se, traerle a los personajes de solarballs para que juegue con ellos a su antojo, señorita. Siempre y cuando mantenga el orden – le sugirió, los ojos de la menor brillaron de emoción.

– Sí, sí, sí, sí! Trae los –dijo emocionada por lo que haría con ellos.

– Como usted lo ordene mi lady – con esto, la chica chasqueó los dedos y como por arte de magia todos los personajes de dicha serie aparecieron dormidos en una sala de cine.

– Sí! Esto va a ser muy entretenido! – sonrió maliciosamente, la chica a su lado solo suspiro algo divertida por la actitud de la pequeña – No puedo esperar a traumarlos a más no poder! – la chica solo sonrio, no le estrañaba que su creadora llegara a ser algo despiadada al momento de mostrar cosas con temas delicados, solo lo decía y ya, como si no tuviera mucha importancia.

Mientras tanto~

Un chico de cabello azul, verde y blanco se despertaba poco a poco de su inesperada siesta. Lo único que recordaba era que estaba con Mercurio y Luna en su "terapia" de mejorar su personalidad egocéntrica y narcisista. Para ahora encontrarse en medio de una sala completamente desconocida con todos los cuerpos celestes.

– Donde estoy? – se preguntó mentalmente viendo todo a su alrededor, todos estaban ahí, incluso los planetas enanos estaban ahí con ellos.

– Ahg, mi núcleo. ¿Que carajos pasó? – se escuchó una voz ronca detrás de Tierra, sabía bien a quien le pertenecía.

– V-Venus? – preguntó mientras volteaba a ver al nombrado. Un momento, no se había percatado de algo hasta que su compañero lo grito.

– ¡¿Por qué mierda soy un terrícola?! – todos en la sala se despertaron de golpe al escuchar el escandaloso grito de Venus. Un breve silencio se hizo presente antes de que todos comenzarán a murmurar y gritar escandalizados por lo que dijo Venus.

– Esto tiene que ser una jodida broma – murmuró Europa viendo sus ahora manos de terrícolas. A su lado se encontraba Ganimedes que se intentaba levantar pero no lo lograba, no tenia el más mínimo control en su nuevo cuerpo haciendo que se cayera a cada rato.

– C-C-C-Calisto-o! – llamó a su amiga con miedo, ¿donde estaban? ¿Por qué tenían cuerpo de terrícola? ¿y quién los trajo a ese lugar? Preguntas así rondaban la mente de varios.