EPIFANIA 2 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)

CAPÍTULO 7 Destino Entrelazado

En la sucursal del HYBEX ENTERPRISES se encontraba todo el personal ultimando los detalles para la visita trimestral de Lee Namjoon, en la cual se reuniría con los altos mandos que deberían presentarles los informes que mostrasen resultados positivos para el grupo.

Todo estaba listo excepto el administrador financiero que no aparecía por ningún lado, una vez más su oficina se encontraba vacía, algo que últimamente pasaba muy a menudo.

-¿Dónde carajos esta Jungkook? -preguntó Minghao..

-No lo sé, dijo que regresaría en un par de horas.

-Sabe que viene el dueño y se pierde -acotó marcando en su móvil el número de Jungkook.

-Bueno el dueño es su padre... -murmuró sardónico el chico.

-Eso lo sé, pero debe ser responsable... -Pausó la conversación con Irene y se dirigió al rubio que lo atendía-.

-No me digas que estás esperando al señor de los helados -dijo con sarcasmo, que se convirtió en exasperación-. Mierda Jungkook ¿por qué no estás en el grupo?

-Que estoy con Taehyung... Aproveché las horas libres de la universidad ¿ha pasado algo?

-La voz del chico evidenciaba su despreocupación.

-Pasa que tu padre llegó hace una hora al Hotel y que tal vez en una hora más este aquí, esperando la reunión que tú tienes que presentarle.

-¡Mierda! Lo había olvidado... Olvidé eso... Minghao sálvame el culo, ve preparando todo que ya voy para allá. -Sintiéndose en apuros.

-Bueno termina rápido, suelta ese polvo y te vienes -dijo colgando sin darle tiempo a ninguna respuesta, el chico estaba al tanto de la relación de Jungkook con Taehyung, ellos eran muy unidos y le guardaba el secreto, pero no podía creer que solo fuesen novios de manos sudadas, por lo que pensaba que sus desapariciones por las tardes no tenían más destino que un hotel-. Lo malo es que Jungkook no recuerda que su padre es el dueño y mucho menos que hoy vendría. -Le hizo saber Mingyu a Irene.

Jimin colgó el teléfono mientras observaba a Jin quien le hacía un mohín con la boca, evidenciando con esto que no le agradaba la idea, pero no podía negarse.

-Mírale el lado positivo, así evitarás a Rose que tiene cita para hoy, una vez más le mandó a ajustar al vestido -dijo Jimin para entusiasmarlo.

-¿Una vez más? Te juro que yo terminaría por vaciarla pichándola con miles de alfileres, la dejaría como un muñeco vudú, ya deberías decirle que o deja la estúpida dieta o que venga cuando ya falte una semana para la recepción porque de tanto ajustarle se terminará arruinando la tela ¡no la soporto! -Exasperándose, sin poder evitarlo odiaba los caprichos y estupideces de algunas clientas.

-Ésta vez se lo diré... Ahora ve a prepararte para que lleves el vestido.

-Ya ni que arreglarme, si el estúpido del recepcionista esta comprometido - van a salir telas de araña, murmuró bajando la mirada.

-¡No seas exagerado! -Mostrándose de muy buen humor esa tarde.

-Tú lo dices porque estas acostumbrado a pasar meses solo en compañía de tus vibradores, yo no, jamás se comparan con un hombre, con las palabras ronquitas en el oído, las caricias, los besos... Las miradas y un buen culo al cual aferrarse, me voy más a lo físico, la imaginación no me da para tanto.

-Eres un cualquiera Jin -dijo Jimin sonriendo.

Namjoon apenas se instaló, descansó quince minutos, se dio un baño y se colocó un traje del diseñador italiano, el cual le sacaba el lado más elegante y absoluto al hombre, sus energías se encontraban en su punto más alto, además de encontrarse feliz, porque vería a sus hijos, pues a Yoongi lo consideraba como tal, les daría la sorpresa de que pasaría el fin de semana con ellos, se les iba a instalar en el departamento, sabía que tal vez no les iba a agradar la idea, pero tendrían que aceptarlo.