Las puertas del ascensor privado del apartamento de los primos Lee se abrían y de éste salía Yoongi que aún intentaba asimilar la situación por la que había pasado, lanzó las llaves del auto a una de las mesas, mientras pasaba de largo hasta la cocina, donde se tomó la mitad de un vaso de agua de un solo trago.
El eco ahogado de los disparos evidenció la presencia de Jungkook en el salón de entretenimiento jugando PlayStation, antes de ir a ver a su primo optó por subir a su habitación y darse un baño, para tratar de despejar el aturdimiento que aún lo gobernaba.
Bajo la regadera estuvo unos cuarenta minutos, recordando lo vivido en el Spa, como Jimin iba a volverlo loco, no había conocido, ni cogido con otra persona que lo hiciese sentir con tanta intensidad, esa combinación de sentimientos que lo azotaban mientras lo penetraba y que solo quería demostrarlo besándolo, era como si quisiese adorarlo a cada segundo, mirar en sus ojos se había convertido en un fetiche para él, verse en las pupilas de Jimin que le presentaban a un Yoongi no distinto, pero si mejorado, con sensaciones que no sabía que nombre darle, pero estaba seguro que con solo el se despertaban.
—Esto no es amor ¿o sí? Ay mierda... Mierda, estoy jodido. —Se dijo con impaciencia sacudiéndose con las manos los cabellos y esparciendo el agua que terminaba estrellándose contra los cristales—. Vamos Yoongi ¿qué cosas piensas? Es muy pronto... Demasiado, solo estoy hecho un nudo, estoy confundido eso es todo, no me voy a adelantar a ponerle nombre ridículo a lo que no es más que una obsesión, eso es lo que es Jimin, se ha convertido en una intensa obsesión, ya llegará otro que lo reemplace, ya llegará. —Una vez más se animaba a no dejarse arrastrar al hueco que tanto le había huido, al que siempre ponía la mayor de las resistencias para no caer.
Al llegar Jungkook se encontraba en medio de un tornado de improperios contra el video juego, expresando su frustración por haber perdido.
—Acepta de vez en cuando tienes que perder —dijo dejándose caer sentado en el mullido sofá al lado de su primo.
—No contra esta cosa. —Moviendo sus dedos en el control para iniciar una nueva partida—. ¿Cómo te fue, lograste ver a Jimin? —preguntó con la mirada celeste en la pantalla de plasma.
—Sí logre verlo y hablar con el.
—¿Y cómo quedaron? Algo me dice que aún no se resuelven las cosas, si no, no estuvieses aquí.
—No sé si se resolvieron o no, pero ya sabes que "Rendirme" no está en mi léxico... Si lo quiero iré por el, una, dos, tres, mil veces si es preciso.
—Ese es mi primo —dijo sonriendo y palmeándole la espalda sin desviar la mirada de lo que hacía—. ¿Cómo es que no sabes si se resolvieron las cosas? Al menos un indicio tuvo que darte.
—Lo sorprendí en el Spa, tal como había acordado con Jin, no sé porque me ayuda si antes ni me pasaba, en fin... Llegué, medio hablamos... Mierda Jungkook, no me salen palabras con Jimin, me bloqueo... Las pocas palabras nos llevaron a otra cosa...
—Bueno al menos cogieron, eso te da puntos a favor, porque si no te hubiese abierto las piernas ahí si diría que estas jodido primo. —Jungkook se adelantó a dar su punto de vista.
—Sí... Pero Jimin me la ha hecho, la pasamos bien, lo invité a que siguiéramos en otro lugar, no tenía planeado estar aquí viéndote discutir con el vídeo juego —dijo señalando la pantalla—. Pero quedamos en encontrarnos en el estacionamiento y se escapó, se fue sin más, maldita confusión que sentí en el momento, me sentí como el más grande de los estúpidos.
—¿Te cogió y se fue? —preguntó Jungkook tratando de controlar la carcajada que se arremolinaba en su garganta.
—No, es decir cogimos... Bueno literalmente si, se fue y me dejó con las ganas. —Trataba de comprender lo que había pasado unas horas antes.
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EPIFANIA 2 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)
RandomEn un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...