"Estar al filo de romperse y nadie está ahí para salvarte"**Hace Dos Años...**
Me encuentro absorta con el móvil, observando el concierto de Harry Styles a través de un directo que parece haber sido grabado con una calculadora, ya que la calidad es deficiente y apenas logro distinguir algo. No obstante, lo hago por el simple hecho de ver a mi ídolo, aunque sea a través de una pantalla. Además, estoy en una clase importante, con un examen parcial de física por delante. Sin embargo, hay prioridades. Andrew está sentado detrás de mí, conversando con Julio, temas a los cuales soy completamente ajena. El profesor aún no ha llegado, y esta es mi manera de mantener la calma. He estudiado, pero no lo suficiente, así que solo deseo relajarme, ya que estoy empezando a rasgarme las piernas para encontrar algo de serenidad.
Aproximadamente diez minutos después, escucho una risa que reconocerías en cualquier lugar, y esto me hace levantar la mirada. Es la primera vez que la veo en clase; si la hubiera visto antes, lo recordaría. Está vestida con una camiseta negra, pantalones cortos y tenis deportivos. Su cabello es de un negro azabache y lo lleva recogido en una coleta larga. Lleva un collar en el cuello, posiblemente para llaves de moto o de casa, aunque no estoy segura. La observo pasar por el umbral de la puerta con una expresión seria, sin dirigir la mirada a nadie. Camina erguida, mirando al frente, y se sienta a mi derecha. Se mantiene en silencio, con su pequeño iPhone en la mano. No puedo evitar observarla de reojo; su presencia es muy imponente y tiene una energía que llama poderosamente mi atención. Finalmente, salgo de mi trance y le pregunto a Julio, que está sentado a mi izquierda:
—¿Quién es ella? No recuerdo haberla visto antes —le pregunto, mientras sigo observándola discretamente.
—Se llama Liana. ¿No es guapa? —me responde sonriendo, y también la observa. Ella no nos nota, ya que no presta atención a su entorno.
—Es atractiva, es bonita —continuo con la conversación—. ¿Cómo se enfrentará al examen si nunca ha venido a clase? ¿Crees que aprobará? No la he visto en ninguna otra clase, y hoy es nuestro primer parcial de física —añado, mientras observo que dos sillas delante de mí está Laura, quien también la observa de vez en cuando. No la culpo; honestamente, tiene algo que resulta muy llamativo. Como mencioné anteriormente, tiene una presencia bastante dominante, un aura particular y una energía que transmite seguridad.
—Maldición, ya llegó el profesor —se queja Andrew desde detrás de mí, interrumpiendo nuestra conversación—. Ojalá nos vaya bien, porque ya nos canceló la primera práctica y eso nos perjudicó bastante —prosigue. Tiene razón; fue culpa de tres compañeros que no fueron honestos, y por ello, el profesor anuló la práctica para todos los demás.
El examen comienza y el aula queda en silencio. Ella no aparta la vista del examen, como si supiera todas las respuestas al dedillo. Me impresiona, dado que no ha asistido a ninguna clase. Por otro lado, yo no sé ni por dónde empezar. En ese momento me digo a mí misma que he tomado una mala decisión al priorizar mis distracciones.
Pero ya no puedo hacer nada. En mi hoja solo hay un montón de números desordenados, sin saber por dónde empezar o cómo terminar. Así transcurre la hora y media que tenemos para entregar el examen. Liana es una de las primeras diez estudiantes en entregar su examen, y entonces empiezo a cuestionar si he tomado una mala decisión al elegir una carrera que jamás imaginé estudiar, y en la que solo me inscribí para no decepcionar a mi madre. Regreso a la realidad, y ahora Julio está entregando su examen, seguido de Andrew. Me levanto y entrego el mío, con un vacío en el pecho y un sentimiento de culpa que me atormenta. Salgo del aula. Al salir, me esperan junto al pilar Julio y Andrew, que me miran con preocupación y me preguntan al unísono:
—¿Cómo te ha ido? —ambos tienen una expresión de inquietud por mí, ya que son conscientes de lo difícil que me resulta adaptarme a la universidad.
—A nosotros nos ha ido más o menos. Andrew ha hecho dos preguntas y yo tres —prosigue Julio. Me gustaría decirles que al menos he hecho uno o dos, pero la verdad es que casi no he hecho nada. Finalmente, respondo:
—Me ha ido muy mal. Siento que voy a suspender la asignatura —bajo la mirada, sintiendo cómo los ojos se me empiezan a llenar de lágrimas. No estoy acostumbrada a sentirme así, al borde de suspender una materia. En secundaria era aplicada; nunca reprobé ninguna asignatura y siempre las pasaba con éxito. No fui la mejor alumna, pero sí una estudiante dedicada. —¿Qué le voy a decir a mi madre? —empiezo a hablar para mí misma, imaginando su rostro de decepción por mi fracaso.
Entonces me callo, y ellos intentan ofrecerme apoyo, pero lo último que deseo es que sientan lástima por mí. Les digo que llamaré para que me recojan. Llego a casa, saludo a mi madre, que me pregunta cómo me ha ido. Evito mencionar lo mal que me ha ido en el examen y me despido con un "buenas noches" antes de ir directamente a mi habitación.
Lo siguiente que hago es encender el ordenador, poner música de fondo y acomodarme para recostarme. Empiezo a reflexionar sobre el día que he tenido, pensando en todas las cosas que hago mal y en cómo me culpo por mi propia existencia. Las horas pasan hasta que son las tres de la mañana. Estoy llorando y me doy cuenta de que estoy sola, sin nadie para apoyarme. Tal vez, si en algún momento desapareciera, a nadie le afectaría. Ella lo dijo, dijo que no soy nadie, que solo traigo problemas, y tiene razón. No soy nadie, solo alguien que intenta hacer las cosas bien, pero al final todo sale mal, como una señal de que debería dejar de intentarlo. Así pasa la madrugada, hasta que llega un punto en que cierro los ojos, mientras la música sigue sonando de fondo, repetidamente...
"Mama said gonna be all right
But mama don't know what it's like in my mind
Mama said that the sun gon' shine
But mama don't know what it's like to want to die"
Y me quedo dormida...
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Esta es la primera vez que escribo una historia, espero puedas amar a cada uno de mis personajes, espero que no juzgues las decisiones de ellos, y trates de entender que todo lo que hacen es por razones que poco a poco iremos descubriendo.
actualizaré dos veces como mínimo a la semana.
Te amo, tu que me motivaste a iniciar esto, D.♥
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Amarte Tuvo Consecuencias
RomanceEnara da por echo que no está echa para enamorarse, eso solo le ha traído problemas a su vida, solo quiere centrarse en superar todo lo que le ha pasado a lo largo de su vida, y aspira a ser alguien que probablemente no es lo que siempre quiso ser...