Eres mi juego final

CAPÍTULO 74 Chica misteriosa ¿O entrometida?

Kelce por la tarde decidió que era momento de llamar a su esposa y contarle lo que Austin estuvo pensando y acusándolo, si no lo hacía ahora lo más seguro es que después el asunto se podría complicar, no deseaba que ella se molestara, no en su estado, sin embargo, si esperaba más las cosas empeorarían, lo mejor era evitar todo eso, Travis estaba encerrado en su cuarto de hotel, sin la más mínima gana de hacer otra actividad, lo mejor era aclarar ya su mente y liberar ese cargo imaginario con el que el hermano de su esposa lo condecoró, "infiel", ¿De verdad pensaba eso de él?, se sentía bastante ofendido, debía admitirlo, ¿A caso no ha demostrado que todo lo ha hecho correctamente?, no pensaba que era un hombre único y diferente, eso sonaba tonto, por supuesto que ser un exitoso jugador de la NFL y estar en el equipo que se ha vuelto muy icónico podía dejarlo con una imagen de romper corazones, no se haría el santo, claro que lo fue por mucho tiempo, pero antes que Taylor tuvo una relación de años, ¿No creían que era serio?, ¿Tenía un historial malo?, no entendía, eso lo molestaba demasiado, tendría que hablar con Austin de una forma más adecuada y calmada para confesarle que se sintió herido ante sus suposiciones, sin embargo, eso no era lo importante ahora, primero, estaba decirle a Tay, segundo, lo que pasara.

Así que tomó valor, para mandarle un mensaje y esperar a que le respondiera, sabía que sus hijos son demandantes y que no sería tan pronto como quisiera, por lo que esperaría el tiempo requerido.

"Puedo llamarte ahora"

Lo mandó.

En la casa, los niños jugaban en el jardín, estar en el aire libre los calmaba más que cuando se encontraban encerrados dentro, Austin solamente pensaba en todo lo que ahora tendría que tragarse para que su hermana no se pusiera mal, tal vez Travis no estaba haciendo nada malo y él hizo una tormenta en un vaso de agua, debía reconsiderar todo de nuevo, estaba embarazada y no sería el causante de un enorme disgusto por sus teorías locas.

—Bebé— Evie subió su muñeca al columpio para empujarlo, los juegos que colocaron especialmente para el tamaño que los mellizos tienen, les duraría al menos un año, luego tendrían que volverlos a ajustar.

Charlie estaba arriba de la casita de juego sintiendo que era el hombre araña, saltaba arriba, Taylor, miraba como sus hijos jugaban, tener sus ojos divididos en dos lados no era algo fácil, Evie jugaba a una cosa y Charles a otra, eran contadas las veces que tenían juegos juntos, para ser mellizos siempre se notaba lo opuestos que son.

—Charlie, recuerda que no debes ponerte en peligro estando a la orilla de la casi, ve más dentro por favor— miraba a su hijo, mantener con vida a dos seres pequeños, era un trabajo bastante agotador.

De vez en cuando pensaba en la hermosa locura en la que se metió, tener dos hijos de una sola sentada era algo que nadie se esperaba, ¿Quién iba a imaginarse que Taylor Swift y Travis Kelce tendrían dos bebés a la primera?, durante muchos meses fueron perseguidos por tratar de saber los pormenores del embarazo, afortunadamente, trataron las cosas tan sellado, que lo único que los medios pudieron averiguar es donde habían nacido sus hijos, eran tan pequeños que no pudieron captarlos en video ni fotografías, odió ese momento, esta vez, juraba tener más cuidado, nadie le arruinaría el nacimiento de su tercer bebé.

—Cuando veo a Evie jugar de ese modo, casi parece una niña que no rompe un plato— Austin decía, dentro de su meditación observaba a sus sobrinos, la verdad es que se miraban como un par de niños creciendo en una familia sana y amorosa, le debía una disculpa a Travis, seguía pensando en eso, pero por ahora, dejaría el tema en pausa.

—De repente pienso lo mismo— la rubia rio. —Tiene sus momentos de locura, se ha comportado mejor en cuanto a las travesuras, eso no quiere decir que no las haga, todavía le da por hacer alguna diablura—