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—¿Has pedido ostras a propósito? No dicen que son afrodisíacas?

—No, son el primer plato del menú. No necesito afrodisiacos contigo. Creo que lo sabes, y creo que a ti te pasa lo mismo conmigo -me dice tranquilamente
—¿Dónde estábamos?

Echa un vistazo a mi e-mail mientras cojo otra ostra
A él le pasa lo mismo. Lo altero... Wow.

—Obedecerme en todo. Si, quiero que lo hagas. Necesito que lo hagas. Considéralo un papel, Roier.

— Pero me preocupa que me hagas daño.

—Que te haga daño ¿cómo?

—Daño fsico.

Y emocional.

—De verdad crees que te haría daño ¿Que traspasaria un limite que no pudieras aguantar?

—Me dijiste que habias hecho daño a alguien.

—Si, pero fue hace mucho tiempo

—¿Qué pasó?

—La colgué del techo del cuarto de juegos. Es uno de los puntos que preguntabas, la suspensión. Para eso son los mosquetones. Con cuerdas. Y apreté demasiado una cuerda.

Levanto una mano suplicándole que se calle.

—No necesito saber más. Entonces no vas a colgarme.

—No, si de verdad no quieres. Puedes pasarlo a la lista de los límites infranqueables.

—De acuerdo.

—Bueno, ¿crees que podrás obedecerme?

Me lanza una mirada intensa. Pasan los segundos.

—Podría intentarlo - susurro.

—Bien -me dice sonriendo —Ahora la vigencia. Un mes no es nada, especialmente si quieres un fin de semana libre cada mes. No creo que pueda aguantar lejos de ti tanto tiempo. Apenas lo consigo ahora. -Se calla.

¿No puede aguantar lejos de mi? ¿Qué?

—¿Qué te parece un día de un fin de semana al mes para ti? Pero te quedas conmigo una noche entre semana.

—De acuerdo

—Y, por favor, intentémoslo tres meses. Si no te gusta, puedes marcharte en cualquier momento.

—¿Tres meses?

Me siento presionado. Doy otro largo trago de vino y me concedo el gusto de otra ostra. Podria aprender a que me gustaran.

—El tema de la posesión es meramente terminológico y remite al principio de obediencia. Es para situarte en el estado de ánimo adecuado, para que entiendas de dónde vengo. Y quiero que sepas que, en cuanto cruces la puerta de mi casa como mi sumiso, haré
contigo lo que me dé la gana. Tienes que aceptarlo de buena gana. Por eso tienes que confiar en mi. Te follaré cuando quiera, como quiera y donde quiera. Voy a disciplinarte, porque vas a meter la pata. Te adiestraré para que me complazcas. Pero sé que todo esto es nuevo para ti. De entrada iremos con calma, y yo te ayudaré. Avanvaremos desde diferentes
perspectivas. Quiero que confíes en mi, pero sé que tengo que ganarme tu confianza, y lo haré. El 《en cualquier otro ámbito... de nuevo es para ayudarte a meterte en situación. Significa que todo
está permitido.

Los Juegos Oscuros De Un MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora