⊰ 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚 ⊱

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Dedicada a blank72029

Un día como cualquier otro, en Instagram apareció de repente la imagen de la nueva mascota de Reborn llamada León. Un dulce gatito naranja que no tardó en recibir todo el amor de la comunidad del streamer. Todos se enamoraron del nuevo hermano de Félix, ¿pero de dónde lo había sacado?

Reborn es una persona reservada, todos sabemos eso. Así que descubrir algo por nosotros mismos es muy complicado. Claro, si no tenemos en cuenta a quienes lo saben.

Eliminemos de la lista a todos los amigos de Reborn, no estaban con él cuando le dieron el animal a la hora que fue, tampoco les había dicho que lo esperaba.

Luego tenemos a Félix, que seguramente sólo sepa el momento de llegada del animal a su casa, su guarida y su territorio. Desde el principio se supo que muy seguramente el gato gris estaría celoso de su nuevo hermano.

Nos queda el propio Reborn, que obviamente lo sabe, pero no quiere decir nada. Viéndolo así, es difícil deducir quien fue, ¿no? Sin contar a la familia de Renato, ¿quién le regalaría al peludo animal?

La comunidad sabe sobre algunos streamers y youtubers que tienen felinos, pero sólo hay uno que tenga la suficiente relación con Reborn como para regalarle uno de dichos animales. ¿Sabéis de quién hablo? ¿No? A ver si os dais cuenta leyendo esto:

Era una mañana soleada de verano. Nuestro querido streamer estaba desperezándose un poco después de haberse quedado dormido en el sofá. Se sentó y miró la hora con un bostezo. Cuando se dio cuenta, ya iba tarde.

Ni siquiera se cambió de ropa, cogió las llaves del coche, las de la casa y se llevó su teléfono. Salió a la calle y fue directo a su vehículo. Cuando llegó a la tienda, se bajó y arregló el pelo. La encargada lo recibió con una gran sonrisa y le entregó al felino. Desde ahí el streamer fue directo a casa de Reborn.

Reborn, por su parte, estaba despierto desde hacía un rato largo. Ya se había tomado un café italiano de sus favoritos y estaba viendo la tele en ese momento. Justo cuando iba a abrir Instagram para ver lo que hacía la gente, el timbre de su piso sonó. Un mugido de sorpresa abandonó sus labios y fue directo a abrir la puerta.

Al abrir, su amigo Auron —qué sorpresa—, estaba en la puerta con el pelo algo revoloteando y una respiración agitada de subir las escaleras.

—¿Raúl? —Reborn preguntó sin entender demasiado. Su amigo lo saludó y preguntó si podía pasar, a lo que Reborn claramente se apartó y lo dejó entrar.

Hasta entonces no se había dado cuenta de la caja que traía su amigo en la espalda, prefirió no preguntar y sentarse junto a él en el sofá. Después de un silencio bastante incómodo, Auron suspiró y le entregó la caja.

Reborn seguía sin entender demasiado a lo que venía todo aquello o porqué aquella caja tenía agujeros. Lo que llamó su atención, fue la reacción de Félix cuando la olfateó.

—Llevamos... un tiempo siendo amigos —empezó Auron cuando la caja estaba en manos del hombre frente a él—. De hecho, llevamos más que un tiempo. Hemos pasado por mucho y quería agradecerte que no me hayas mandado a la mierda todavía —Reborn sonrió y dejó salir algunas risitas bajo su respiración. Entonces miró la caja y la abrió.

Quedó enamorado en cuanto lo hizo: un hermoso gato naranja estaba dormido arropado en una manta marrón. Su pequeña panza subiendo y bajando con suavidad cuando respiraba. Reborn se quedó sin palabras.

Miraba al pequeño animal en sus manos con estrellas en los ojos. Esa imagen se quedó en el recuerdo de Auron: nunca había visto a su amigo así de hipnotizado. Sonrió enternecido por la adorable expresión de su amigo. Tanto se había ido que no se dio cuanta de que Reborn había dejado la caja en la mesa y había cogido al animal para acariciarlo. Este soltó algunos maullidos, pero no tardó en comenzar a lamer la mano del adulto.

—Muchas gracias, Auron —agradeció al final, lo que se llevó un sonrojo de parte del contrario.

—No es nada, ehm... Pero no era lo único que quería decirte... —las manos de Auron viajaron desde su cuello hasta sus piernas, jugueteando con sus dedos para evitar mirar a su amigo.

—Deja que ponga al gato en la caja y me lo dices —con un suave movimiento, el gato volvía a estar dormido sobre la manta marrón y toda su atención estaba puesta en su amigo—. Dime.

Auron tragó en seco y suspiró preparándose para lo que venía.

—Verás —comenzó con vergüenza—. Como ya he dicho, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y siempre nos ha dado igual lo que pensaba la gente... Y quiero que tengas en cuenta esto por si después de lo que te voy a decir decides no volver a hablarme nunca más—unas risas sin gracia salieron de su garganta, ganándose una ceja alzada del otro hombre—. Pero... me gustas... Desde hace mucho y... no sabía si decírtelo o no porque no creía que sentirías lo mismo y que me ibas a odiar... Aunque merecías saberlo, de todas formas...

Auron se sintió con menos peso después de confesarlo, pero el silencio de su amigo lo perturbaba. Su mirada estaba baja, aún jugueteaba con sus manos.

¿Reborn?

Bueno...

Reborn no estaba para nada sorprendido. De hecho, estaba esperando el momento donde su amigo se sintiera con fuerzas para confesarle algo que era bastante obvio. Sonrió y se acercó un poco a su amigo, Auron no lo notó ya que aún miraba hacia abajo.

Aprovechando eso, pasó su mano tras el cuello de Auron para poder acercarlo y que lo mirara. Cuando levantó su mirada, sus ojos se abrieron como platos cuando lo que sintió fueron los labios de Reborn estamparse contra los suyos. Un gemido de sorpresa abandonó los labios del menor, que no tardó en corresponder el contacto abrazando al mayor por el cuello. Reborn afianzó su agarre en su cintura ahora con ambas manos.

Ambos se alejaron cuando descubrieron que, efectivamente, necesitaban oxígeno para vivir. Auron se quedó perplejo y con la boca entreabierta, totalmente rojo y avergonzado. Reborn sonreía orgulloso de lo que había provocado y no tardó en besar su frente.

—Gracias por el gato, nene —susurró en su oído, lo que provocó que Auron temblara y sintiera flojas las piernas.

—D... De nada ja ja... —su cabeza daba vueltas. ¿Reborn lo había besado? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Sentía lo mismo que él? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no se lo había dicho antes?

Reborn sólo le dio un último beso en los labios que hizo que se olvidara de esas preguntas. Ambos se quedaron abrazados en el sofá dándose cariño y caricias que expresaban todo el amor que se tenían.

El pequeño gato era el león protector de esos enamorados...

♡♡♡♡

Vaya vaya, así que Reborn tiene un nuevo minino, ¿uh?

No pude evitar montar mi historia de cómo lo había conseguido, así que con ayuda de una amigui que me inspiró lo he podido escribir.

Es cortito, pero es bonito y tiene lo que quería expresar: los gatos son la respuesta a todo.

Espero que os haya gustado, si tenéis ideas para algún otro one-shot me encantaría que me las contárais. Tengo algunos más en borradores, pero no me gustan lo suficientemente como para subirlo.

Me callo un rato. ¡Muchas gracias por leer, mis amores!

ᥒᥱᥕ kі𝗍𝗍ᥡ | Rebornplay/KiwibornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora