Dreng

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Dre era un adolescente que vivía en Estados Unidos junto a su madre. Un día, su mamá recibió una oferta de trabajo en China que no podía rechazar, por lo que decidieron mudarse a ese país.

Dre se sentía triste por dejar atrás a sus amigos y su vida en Estados Unidos, pero sabía que debía apoyar a su madre en esta nueva etapa.

Al llegar a China, Dre se sintió completamente fuera de lugar. Todo era diferente, desde el idioma hasta la comida. Se inscribió en una escuela local y trató de adaptarse lo mejor que pudo, pero las cosas no fueron fáciles para él.

Pronto se dio cuenta de que era el blanco de burlas y bromas por parte de Cheng, un chico de su salón que parecía tener algo en su contra desde el primer momento.

Cheng era un chico duro y problemático, que disfrutaba molestando a Dre en cada oportunidad que tenía.
Un día, cuando Dre estaba solo en el patio de la escuela, Cheng se le acercó y empezó a insultarlo, empujándolo y provocándolo. Dre, sintiéndose acorralado, no tuvo más remedio que defenderse, pero rápidamente quedó claro que Cheng era mucho más fuerte que él. Cheng lo golpeó con fuerza, dejándolo en el suelo y burlándose de él.

Lo que Dre no sabía era que Cheng practicaba karate desde hacía años y era un experto en artes marciales. A pesar de haber sido derrotado por Cheng, Dre sintió una chispa de admiración por su habilidad y determinación.
A partir de ese momento, comenzó a observar a Cheng de una manera diferente, tratando de comprender qué lo motivaba a ser tan agresivo.

Con el tiempo, Dre y Cheng coincidieron en más de una ocasión en la escuela, y Dre pudo ver que Cheng no era solo un matón sin corazón.
Descubrió que Cheng tenía un lado más vulnerable y sensible, que se mostraba solo en raras ocasiones. Cheng también empezó a sentir algo diferente por Dre, algo que nunca antes había experimentado.

A medida que Cheng pasaba más tiempo con Dre, su comportamiento comenzó a cambiar. Dejó de molestarlo y agredirlo, y en cambio, trató de ser amable y considerado.
Cheng quería impresionar a Dre, quería que lo aceptara. Sin embargo, su actitud celosa no desapareció por completo, especialmente cuando veía a Meiying, una amiga de Dre, cerca de él.

Meiying era una chica hermosa y simpática, que había cautivado el corazón de Dre desde el primer día.

Cheng no podía evitar sentir celos cada vez que la veía hablando con Dre o riendo a su lado. Sin embargo, se dio cuenta de que su verdadera competencia no era Meiying, sino él mismo. Debía aprender a controlar sus celos y su temperamento para poder acercarse más a Dre.

Poco a poco, Dre y Cheng fueron construyendo una extraña amistad que nadie en la escuela podía comprender. Se pasaban horas hablando, compartiendo sus pensamientos y sueños más profundos.
Dre pudo ver un lado qué nadie conocía de Cheng, mientras que Cheng descubrió que Dre era mucho más que el chico nuevo y callado.

Con el tiempo, los sentimientos de Cheng hacia Dre se volvieron más intensos y evidentes. Ya no podía ocultar el amor que sentía por él, un amor que lo había transformado por completo.
Cheng dejó de lado su arrogancia y sus impulsos violentos, para convertirse en un chico más amable y cariñoso, dispuesto a hacer cualquier cosa por Dre.

A pesar de sus diferencias y los obstáculos que enfrentaban, Dre y Cheng se volvieron inseparables. Descubrieron que tenían mucho en común, que sus corazones latían al mismo ritmo y que juntos podían superar cualquier desafío.