Capitulo XII

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Llenos de valor, se decidieron a comenzar con la primera prueba; al instante se formó un camino con piedras rodeadas de lava, desafiando cada paso para seguir adelante. Sin embargo, aun así, decidieron afrontar el reto.

—¡Cuidado, Elio! —exclamó Lucas, extendiendo una mano para estabilizar a su amigo cuando una de las piedras comenzó a tambalearse bajo sus pies.

Elio asintió, su rostro lleno de sudor por el esfuerzo.

—¡Vamos, Lucas, podemos hacerlo! —gritó, forjando su camino con valentía a través del calor que los rodeaba.

El camino sobre las piedras parecía interminable, y el miedo se aferraba a ellos cada segundo que pasaba.

Pero con cada paso, su esperanza crecía, alimentada por el deseo de superar el desafío, salvar a la madre de Lucas y a gran parte del pueblo.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, alcanzaron el final del camino de lava.

Sus ropas estaban desgarradas y sucias, pero sus espíritus permanecían intactos mientras se preparaban para enfrentar el próximo desafío.

Rápidamente, se alzó ante ellos un muro increíblemente gigante, cubierto de agujas afiladas que parecían desafiar cualquier intento de escalada.

Con manos temblorosas, comenzaron a escalar el muro, sintiendo el roce de las agujas afiladas contra su piel y la tensión en sus músculos mientras luchaban por avanzar.

En un momento de distracción, Lucas tropezó y una de las agujas le rasgó la piel, dejando un profundo arañazo en su brazo.

—¡Lucas, estás herido! —exclamó Elio, preocupado, mientras extendía una mano para ayudarlo.

Lucas se apresuró a asegurarle que estaba bien; por ahora, su mente solo estaba enfocada en el desafío que tenían por delante.

—No importa, tenemos que seguir adelante —dijo, a pesar del dolor que sentía.

Continuaron escalando el muro, ignorando el dolor y la fatiga mientras se acercaban cada vez más a la cima.

Finalmente, con un último esfuerzo, el alivio llenó sus corazones cuando vieron que habían superado con éxito el desafío.

—¡Lo logramos, Elio! —exclamó Lucas, su voz resonando con emoción y alivio.

Elio asintió con satisfacción mientras ambos se preparaban para enfrentar el próximo desafío que aún les aguardaba.

La Odisea de Elio y LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora