A lo que llego a recordar toda mi vida la he pasado con mujeres, mis ambos padres trabajaban a diario, por lo que tenía una niñera quien me cuidaba durante el día...fue en dos mil veinte a mis diez años que cuando una muy querida por mis hermanos y yo se había marchado, lo que hacía especial a ella sobre otras es que tenía la característica de ponernos a realizar actividad física a diario y jugaba mucho con nosotros.
Considero que esta temática de tener niñeras facilita enormemente a los padres, sin embargo o por lo menos la didáctica que nos tocó fue que la mayoría duraban poco tiempo y eso para un niño de pequeño que se aferraba a quien pudiera de una manera rápida generó un miedo al abandono.
Siendo la dinámica aquella niñera querida terminó por irse, la queríamos mucho, esa había sido de las pocas veces que lloré en los últimos años, fueron unas lágrimas amargas de pérdida a una persona querida por mi y al mismo tiempo siendo el nacimiento del miedo al abandono...es probable que ese haya sido el motivo por el cual busco pareja constantemente e intento que duren lo más posible aunque me lastime en el intento.
Por la anterior salida recuerdo que me generaron "tics" nerviosos generados por ansiedad, aquel había sido mi primer contacto con el demonio...mis papas lo notaron y me llevaron al psiquiatra, quien recetó algunos medicamentos los cuales fueron negados por mi madre pues prefirió mantener un buen promedio escolar que medicinas que me pudieran calmar. Aunque en esta etapa no todo era oscuridad todavía, a pesar de la pandemia comencé a practicar un deporte, eran artes marciales.
Aunque actualmente ya no lo practico es de los deportes que más amo, llegue a ser algo bueno y estaba decidido a sobresalir, por eso mi constancia, por las medidas de la pandemia tomábamos las clases mis hermanos y yo solos, ahí fue que el amor al deporte creció, llegando el momento en que aquellas medidas por la pandemia se calmaron que pude entrar en un grupo.
Fueron muy bellos momentos que recuerdo con cariño, la mayoría fueron momentos de ingenuidad y adrenalina...de risas y alegrías...tal vez eso me falta...regresar a aquella casa que tanto amé en su momento.
Luego sucedió lo de mi familiar y a las dos semanas...en mi hogar lo pude encontrar, en aquel deporte que amaba lo encontraba a diario...convivir con una persona mala que me aterraba a diario, siendo la peor parte que fue por consejo de mi madre...
Yo combatía y peleaba muy bien en aquellos momentos llegaba a igualar a algunos compañeros con experiencia, pero aquel familiar rápidamente también escaló, y el primer enfrentamiento sucedió...no peleaba bien mis piernas no responden de la manera que esperaba y caí...en esto se mezclaban un segundo y tercer incidente en el que me hacía daño...
Le tenía demasiado miedo como para pelear y así fueron las cosas en ese deporte con el no respetaba las reglas por el arte marcial...intentaba pelear a matar...si lo mataba en aquel momento cualquiera diría que había sido un accidente pero no lo conseguí...perdía y perdía...
No le podía hacer frente...era débil, mejor dicho soy alguien débil.
Por aquellos traumas decidí mejor retirarme. Mientras él mejoraba peleando yo perdía mi nivel...por eso sucedió una cuarta y quinta ocasión al aprovecharse de mi debilidad...pues en mi intento de pelear estuve a centímetros de morir por uno de sus golpes.
Todo es un efecto mariposa como pueden observar, todo me ha llevado hasta el punto tan vacío en el que me encuentro en la actualidad...
Posteriormente a estos acontecimientos busque otro deporte, uno del cual me aleje a causa del "bullying" que recibía, pero tenía curiosidad de observar lo que pasaría si regresaba al fútbol.
Fue después de meses de esfuerzo y constancia que logre consolidarse y pensaba que había descubierto mi talento, fueron estos ratos en la tarde los que me llegaban a distraer de todo. Ya tenía otra fuente de adrenalina y dopamina, al parecer mi vida por fin mejoraría pues ya lo tenía absolutamente todo lo que necesitaba y podía pedir, realmente no ocupaba nada más para ser feliz y alegre.
Mi ingenuidad nunca conoció límites, basaba mi felicidad en cosas que eran realmente efímeras lo que aunque no observaba me volvía muy vulnerable ante cualquier cosa. Un individuo no puede basar su felicidad en cosas tan efímeras, eso lo vuelve frágil y débil ante la ausencia de eso, que recordemos lo muy probable que es eso.
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Asi perdí el amor
No FicciónEs extraño como las personas nos alejamos constantemente de aquellos lugares en los cuales nos sentimos realmente queridos y valorados, esta historia narra algunos aspectos de la vida de Jonathan un adolescente, narrara algunos aspectos de su vida q...