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Te seré leal hasta el fin de la eternidad, no te tienes que preocupar por mí. No podría mirar a nadie más como te miro a ti, Do Hee. para mí, solo existes tú.

Do Hee despertó por los rayos de sol que se colaban por la ventana, se tomó su tiempo para estirarse y finalmente levantarse. Despertar pacíficamente sin prisas ni preocupaciones era un privilegio que rara vez podía permitirse, y esta ocasión, era una de ellas.

─ ¡Despertaste! por fin ─ habló Gu Won en lo que le daba un beso en la mejilla ─ Estuve investigando anoche, hay muchos sitios que debemos visitar. He seleccionado los mejores-

─ ¿Dormiste? ─ cuestionó la muchacha preparándose un bol de cereales

Gu Won resopló incrédulo ─ ¿Por qué haría eso? No me hace falta, dormiré cuando esté en casa y me aburra, no en Grecia. ─ pausó antes de continuar ─ Ah, y no comas esa basura, te dejé el desayuno preparado.

Do Hee sonrió ─ graciaaass. Cuéntame que tienes en mente

Su marido explicó la ruta que llevarían acabo ese día, quería visitar el máximo de monumentos y ruinas posibles, pues era un verdadero aficionado a la historia clásica.

Tanto así, que a las nueve de la mañana ya se encontraban preparados a la espera del guía turístico.

Gu Won iba al frente del grupo escuchando atentamente, deteniéndose únicamente de vez en cuando para arrastrar a Do Hee del brazo.

─ Cielo... ─ hiperventiló Do Hee deteniéndose y agarrándose el vientre ─ no puedo más... ─ no recibió respuesta alguna pues su marido seguía ensimismado mirando el folleto ─ ¡Gu Won!

El aludido se sobresaltó ─ Ay, ¿que pasa?

─ ¿No me has oído?

─ Puede... Perdón, ¿que decías?

Esta resopló y con dificultad tomó asiento en un bajo muro mirando sus ahora agotados pies ─ ¿Queda mucho? Estoy agotada, no se cuánto más pueda aguantar

─ Oh... ─ la expresión de Gu Won entristeció dando todo a entender: Aún quedaba un largo trayecto que le emocionaba ver. ─ No falta mucho para el panteón de Agripa... ¡Ya sé! ¿Y si te llevo a caballito? ─ se agachó en el suelo de cuclillas para facilitarle a esta subir.

─ ¡No! No es necesario ─ realmente no quería ser una molestia, y tampoco la interesaba mucho el origen de los templos o el tipos de columna de cada uno. Lo que si estaba claro es que Gu Won no quería ir solo.

─ Pues me quedo, no pasa na-

Antes de poder continuar, Do Hee le interrumpió ya que su rostro triste era su debilidad y una de las pocas cosas que hacia que se le ablandase el corazón ─ Se me ha ocurrido una idea, tú ve y yo te espero aquí. He visto un café muy bonito y acogedor por ahí, tu puedes seguir visitando y yo me entretendré.

─ ¿Segura? No quiero que te aburras aquí sola. Me puedo quedar sí así lo quieres.

─ ¡No! De veras, no te preocupes. Estaré bien. ─ continuó insistiendo. Para su suerte o desgracia, Gu Won era siempre muy considerado con ella, hasta el punto de anteponerla a sus propios intereses ─ De echo, voy a seguir viendo mi serie. Me tiene intrigada, Hae In descubrió los papeles del divorcio justo cuando se había reconciliado con Hyun Woo. Seguro que se va a vengar, debo saber cómo.

epilogue |  my demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora