Cincuenta y tres

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La vida, no se detuvo ese día.

Todos retomamos nuestra rutina; yo en mi caso continué estudiando y esforzándome para las pruebas de admisión a la Universidad de Medicina. Jeulgi continuaba con esa idea loca de ser escritora, así que logró optar por una carrera relacionada a las letras, algo que de alguna manera podía acercarse bastante a lo que realmente quería. Mi hermano no había cambiado mucho (seguía siendo un idiota) pero al menos trataba y quería de la manera adecuada a mi amiga y eso me bastaba. Por otro lado, Tae y yo seguíamos acercándonos a medida que transcurrían los días. A diferencia de mi querido hermano (que se note el sarcasmo) él me ayudaba con los estudios cada vez que tenía tiempo, salíamos de vez en cuando a ver películas, me acompañaba a la academia y había estado junto a mi en todo este tiempo. A medida que pasaba mis días con él, lo que iba surgiendo entre ambos se fortalecía.

Las clases en la academia comenzarían en media hora y yo ya había llegado hace bastante tiempo. Me encontraba en mi pupitre releyendo mis apuntes ya que tendríamos un breve éxamen al inicio. Me lo había estudiado todo pero estaba asegurándome de tener cada coss en orden en mi cabeza.

—¡Sooji! —dejo de leer mi cuaderno ante la voz de una de mis compañeras: Xiu.

—¿Qué pasa?

—Allá abajo está tu novio.

—¿Mi novio? —la miro totalmente desconcertada por sus palabras; ¿yo tenía novio y no lo sabía?

Ella no me contesta y me toma del brazo tirando de mí haciendo que me levante. Me lleva a pasos rápidos hacia la ventana que mostraba la calle. Miro a donde se refería y quien estaba allí era Taehyung. Lo veo sacar su móvil y en el momento mi celular comienza a sonar. Voy por él y deslizo mi dedo sobre la pantalla aceptando la llamada; vuelvo a acercarme a la ventana para mirarlo de allí mientras hablo. Xiu se mantiene a mi lado mirándome con interés y una sonrisa de emoción.

—¿Sí, Tae?

—¿Ya empezaste tus clases?

—Aún no, en unos minutos. ¿Por qué?

—Oh... Fui a tu casa a ver a tu hermano y tu mamá estaba enojada porque te fuiste sin cenar. Así que vine a traerte algunos bocadillos.

Sonrío sin poderlo evitar.

—Ya estoy aquí abajo.

—Lo sé, te estoy viendo —digo.

—¿En serio? ¿Dónde?

—Mira a tu derecha, levanta la cabeza.

Él sigue mis indicaciones y logra verme. Recibo una sonrisa de su parte a la que respondo de la misma manera.

—¿Puedes bajar? —pregunta desde su sitio aún mirándome.

—Estoy allí en un segundo.

Cuelgo y me apresuro en salir del salón para ir a ver a Tae. Bajo las escaleras y ya lo veo con sus brazos cruzados mirando hacia cualquier lugar equis que capte su atención. Vuelvo a sonreír mirándolo y cuando comienzo a caminar hacia él, él mira hacia mi dirección viéndome también.

—No deberías dejar de comer —me tiende el bolso una vez llego a él—, estás en un momento crucial en tu vida y sé que debes estudiar pero tu alimentación es importante también.

Asiento lentamente aceptando el bolso y tomándolo entre mis manos.

—De verdad no tenía hambre cuando salí de casa.

—Aún así, lleva al menos una merienda.

—Está bien. Gracias —sonrío alzando el bolso.

—¿Vas bien con los repasos? Sé que el finde pasado no pude irte a ver pero prometo que en este estaré.

Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora