capitulo 56

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Frente al inmenso mar azul yacía Nikita mirando su reflejo en esas cristalinas aguas, en esas precisas esmeraldas se reflejan el movimiento del agua haciendo parecer que hay un hermoso lago verde en sus ojos, algo que le pareció hermoso al alfa mayor, quien no ha podido quitarle los ojos de encima a Nikita.

‹Cuando vine a reaccionar me encontraba en la playa, sintiendo la brisa fresca y ese olor provocado por el agua al humedecer la arena bajo mis pies, me gusta ese olor es casi como oler tierra mojada en los días lluviosos.

Todo es tan silencioso con respecto al ruido de las personas, no hay nadie mas a parte de nosotros dos...no sé cómo hizo Constantine para encontrarme, ¿fue una casualidad? Seguramente no, es poco probable que lo sea. Estoy seguro que fue Hayden, el debió de enviarlo por mí porque tal vez pensó que en mi estado no podría conducir.

No estaba equivocado en eso, no hace mucho me sentía muy sofocado y solo quería respirar aire fresco, alejado de todo ese ruido de la ciudad. Y sin decirle nada Constantin se dió cuenta de lo que quería y me trajo a esta playa sin visitantes.

La próxima vez vendre con mi mamá y Hayden, sería agradable surfear en está playa, las olas son dignas de montarlas y por lo visto no mucho peligro de que golpees con alguna roca. Sera cuando Hayden haya solucionado su situación con Maximiliano, le llamaré en otro rato en en este momento solo quiero disfrutar de este momento.›

Nikita hunde sus dedos en la arena, cerrando sus ojos al mismo tiempo que alzo su rostro y permitió que los rayos del sol abrazará su rostro. Ya era tarde por lo que que no eran tan fuertes, no tardará en ponerse el atardecer.

No sé imagino en nigún momento que estaría por presenciar algo así de grandioso como lo es la tardecer, junto a Constantin. La persona que más le irrita “supuestamente.”

—Gracias por traerme a este lugar, disfruto mucho de la playa.—Sé cuando ser agradecido aunque sus acciones sea por órdenes, no porque lo quisiera.

Él debe de estar ocupado como para estar sirviendo de chofer de un joven, con problemas que involucran a mi padre y su familia. ¿Cómo podré convivir con cada uno sin sentirme incómodo? Con Augustus no es tanto porque ha sido mi profesor y lo puedo seguir tratando de esa manera, pero con Tadeo es diferente a él no lo conozco tanto como Augustus.

—No es nada.—Lleva sus manos tras la espalda.

Es raro verlo actuar de está manera, me agrada mas verlo con su mirada altanera, mirándome como si en cualquier momento me sacará los ojos. O, cuando aprovecha cualquier oportunidad para echarme en cara que dañe a su auto zafiro. Ya está reparado pero sigue dándome sermones por no manejar con mis ojos abiertos.

Siento que últimamente no soy yo mismo, estoy teniendo pensamientos extraños otra vez y justo pasan cuando estoy cerca de Nikita.

—Aunque no era necesario que viniera por mi, debe de estar ocupado y aceptar el “favor” de Hayden.—Levanto ligeramente su rostro.—Eso seguramente a causado retraso en su trabajo...—Ese color verde se contrajo y por poco jadea  al encontrarse con esa brillante mirada violeta.

El reflejo del sol sobre el agua también se refleja en rostro de Constantine, deslumbrando a su alrededor como si tuviera un halo brillante detrás de él.

Nikita quería mirar a otro lado que no fueran esos ojos, pero esa hipnotica mirada es como un poderoso imán, atrayendo todo de él hacia Constantine. Asustado por lo escandaloso que se encuentra su corazón en estos momentos.

—No fue una orden del joven Hayden.—Dio dos pasos hacia adelante, acercándose más cerca de Nikita, sin romper el contacto visual.—Tenia pensado vernir por ti mucho antes de que me lo ordenarán.

Rosa sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora