Cyzarine.
Una princesa de la mafia rusa.
Le arrebataron a su familia, y al amor de su vida.
Ahora es hora de cobrar Venganza.
Lo que no se esperaba es, que su propia familia es la culpable de todas sus desgracias.
Alessandro.
Heredero de la maf...
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26 de septiembre de 2023 12:50 AM.
Cuando nos detuvimos en la entrada de mi casa, aún estaba pegada al chico. Casi me muero del susto. Este imbécil maneja como un maniático.
—Hey, ya puedes soltarme, vale. Dijo quitándose el casco para voltear a verme.
— Eh... Disculpa, es que me asusté. —Sí, lo he escuchado más de lo que debería.
—Deberías entrar ya, no queremos que tus hermanos me maten por estar con su pequeña hermanita. Se burla. Le devuelvo la mirada mientras enmarco una ceja. —¿Cuántos años crees que tengo?— Idiota.
—Por cómo se refiere Román a su hermanita pequeña, diría que 17. Dijo burlándose de mí.
No creo que eso sea una burla, princesa, lo dice en serio.
—De verdad te crees que tengo 17 años. Le reclamó bajando de la motocicleta.
—Pues si... Por eso te traje hasta aquí. Román se vuelve loco si te envié tra en una fiesta con drogas y alcohol. Ahora su expresión es de desconcierto.
—¿Qué edad tienes, Nella? —Pregunta pasándose las manos por la cara. ¿Reprochándose algo?
—Veinte, tengo veinte años, y no soy la niña que mis hermanos piensan que soy. Estoy harta de que controlen todo lo que hago. Anto no puedes salir a fiestas, Anto quédate en casa, Anto no estés tan tarde fuera. No me di cuenta de que estaba gritando y caminando de un lado a otro hasta que este chico del cual ni siquiera sé el nombre me detuvo.
—Calma, cálmate, te entiendo; es difícil ser la hermana pequeña, pero se supone que es por tu seguridad, ¿no? La verdad no tengo hermanas así que no lo sé. Solo cálmate, todo irá bien.
—Y ser la única mujer en casa, tampoco es fácil. Susurro pegando mi frente a su pecho.
—¿Eh? —pregunta desconcertado —¿Qué has dicho?
—Mamá se fue cuando tenía 16, no volvió nunca, no se despidió. Todo el peso de la casa y de estar pendiente de las cosas de mis hermanos; todo eso me tocó a mí. En pocas palabras todos siguieron con su vida, menos... yo.
