La conversación mas sincera que tuve fue con una amiga, me dijo cosas que jamas pensé que escucharía, mi verdad sale a luz, un secreto tan bien guardado pero a la vez fácil de acceder, me dijo algo que no quise escuchar, que no quiero ver y mucho menos sentir.
Lo hizo con un ejemplo, vueltas como cuando te pierdes en un bosque y no sabes a donde ir y solo caminas en círculos dejando un vacío enorme, un hueco, no veo el centro y no creo que lo haga.
Es verdad, hay tantas cosas que me pasan que necesito justificarlas para solo seguir pegando vueltas y me quede en bucle. Hay tantas cosas que necesito tener para tapar ese vacío en vez de llenarlo, todos y cada uno de los pensamientos, nuevos sentimientos, sensaciones y el deseo negativo de sentirme amada. Nadie va a ayudarme está vez, es tan sencillo poner una alarma pero tan difícil acordarse que soy yo la que tengo que colocarla, es tan sencillo sincerarse pero es tan difícil ser yo la que lo haga.
Necesito volver a tener ese brillo que me caracterizaba, ¿siempre fue de está manera? Tal vez ni siquiera tenía un brillo, ocultando todo debajo de la alfombra para no ver el desastre que tengo, ¿Estoy mal? ¿Estoy bien? ¿Estoy en neutro? Quisiera maldecirme pero maldigo al resto, ¿es común eso?.
Dejar ir todo es algo que no puedo, el rencor, el amor, la tristeza, la ira y sobre todo el vacío que tengo, arreglar esto y aquello suena tan agotador que no creo que el tiempo ayude, siempre tuve el impulso de hacer las cosas a mi manera, sin importar nada, golpeaba y derribaba con fuerza bruta a cualquier cosa. Pero... no funciona esta vez.
Este es mi descargo, mi manera de ver las cosas, todas las palabras que escribo y que dedico son gran parte del reflejo mío. Viendo el espejo veo a las mismas personas que me dañaron pero con mi rostro, causo daño a donde vaya.
El sueño me vence, la comida me asquea, mi cuerpo se siente sucio y las pastillas escasean, no necesito ayuda, necesito un milagro, y si estás ahí rezo por mi. El vacío se hace cada vez más grande y ya no lo controlo, volvieron mis adicciones solo para escapar un rato, el humo, la bebida, las pastillas, los golpes, el sentimiento de ira hacía mi misma. Los pensamientos inundan la habitación y es tan desesperante, me siento ahogada tanto que necesito volver a donde jure que jamas volvería. Nadie sabe, es mi secreto, la velocidad ayuda y el viento igual pero está nublado el camino.
El sueño es imposible de controlar, las pesadillas van a llegar y yo solamente voy a ese mundo porque ¿que opción tengo?...
ESTÁS LEYENDO
¿Quien lo diría?
PuisiA veces, los pensamientos son tu mayor enemigo, las voces en la mente que dictan oraciones las cuales vienen desde lo más profundo del alma, pero esas voces son las causantes de eventos en la realidad, porque ¿Quien diría, que cumpliría lo que en aq...