Ya habían pasado cinco años desde que la generación de los milagros, junto con Kagami, Himuro y Takao, había convivido juntos, por lo que Kise tuvo la idea de organizar una pequeña reunión para que todos se volvieran a ver; siendo el restaurante donde trabajaba Murasakibara el lugar del encuentro. Todos habían acordado ir, hasta Akashi, que era el más ocupado de todos.
Kise platicaba con Aomine y Momoi sobre lo que había pasado últimamente —ya que decir que perdieron la comunicación era imposible y menos con una persona tan enérgica como Kise—. Después de un rato llegó Himuro; detrás de él, Kagami; poco más tarde, Midorima con Takao y al último Akashi. Murasakibara llegaría retrasado porque aún no terminaba su turno.
— ¡Estoy tan feliz de verlos de nuevo! —comento Kise alegremente.
—Yo igual, aunque la verdad ninguno ha cambiado mucho —hablo esta vez Momoi, antes de tomar un sorbo de su bebida.
—Perdón por la tardanza —hablo Murasakibara mientras tomaba asiento al lado de Himuro.
—No te preocupes —dijo Himuro.
—Oigan, por cierto, ¿dónde está Kuroko? —pregunto Takao antes de tomar de su refresco.
La generación de los milagros y Kagami se miraron, como si entre todos buscaran una respuesta.
—Yo no he sabido nada de él desde que abandono la escuela en tercero —aseguro Kagami.
—Intentamos contactarlo desde hace tiempo, pero no contesta ninguna de mis llamadas, ¿verdad, Dai-chan? —lo volteo a ver Momoi.
Él solo asintió mientras comenzaba a comer.
—Tampoco se nada —se acomodó los lentes Midorima.
—Lo he estado buscando desde hace tiempo, pero no sé nada de su paradero —se aflojo la corbata Akashi.
—Igual intente buscar a Kurokocchi, pero nada —suspiro el rubio.
—Mmm... —musito algo cansado Murasakibara —. Creo que lo vi hace una semana atrás —comento.
La mirada de todos se dirigieron rápidamente a él.
— ¿¡En serio!? —preguntaron todos a la vez, menos Akashi y Midorima.
— ¿Qué dijo? —pregunto alarmado Kise.
—No pasó nada, solo lo vi de lejos, cuando intente acercarme ya se había ido... —tomó un sorbo de vino tinto.
Todos suspiraron algo cansados, pero Kise no dejo que nadie se desanimara, así que siguieron con su pequeña reunión felicitándose, pidiendo sus direcciones, organizando algunas salidas posteriores o pidiendo autógrafos. Pero había una persona que no se encontraba tan metido en la conversación tan alegre y ese era, Akashi Seijuro. Es que no podía después de que le recordaron a su muy querido amigo Kuroko.
...
Cuando la reunión acabo todos decidieron ir al parque para jugar un entretenido partido de basquetbol como en los viejos tiempos, nadie se había negado, al contrario, habían aceptado encantados; los más emocionados eran Kagami y Aomine que querían ver las nuevas y mejoradas habilidades que había desempeñado con gusto durante mucho tiempo. Al llegar, Momoi fue a comprar bebidas y golosinas para todos. Los chicos se quitaron los sacos e intentaron que la ropa que traían fuera más cómoda.
Los equipos: Aomine, Midorima, Kise y Himura; del otro lado Kagami, Akashi, Takao y Murasakibara. El partido transcurrió normal: Aomine y Kagami metiendo canastas cada que podían; Midorima con sus imparables tiros de mitad de cancha; Kise haciendo de las suyas con sus copias; Murasakibara deteniendo cualquier contrataque que intentara Himuro y Takao, y Akashi intentando lanzando la pelota de un lado a otro para que su equipo lograra ganar. A mitad del partido las cosas se habían puesto reñidas logrando que el final fuera un empate.
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El pequeño Kuroko #PremiosKnB2017
Dla nastolatków¿Qué pasaría si después de cinco años te reencuentras con el amor de tu vida? Hermoso, ¿cierto? Ahora, ¿qué pasaría si el amor de tu vida se reencuentra contigo, pero tiene un hijo? No sería la cosa más hermosa de todas... O al menos no para Akashi...