I. Muerto

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Pinky estaba acostado en el medio de la jaula, sostenía su estómago con fuerza haciéndose una bolita y uniendo todo su cuerpo lo más cercano con ayuda de su cola y las pocas fuerzas que tenía aún. El estaba con su ojo cristalizado, el otro ojo estaba completamente rasgado con un parche y vendas sobre el, al igual que su estómago y uno de sus brazos.

Estaba sintiéndose terrible y no era para menos, Pinky nunca había experimentado experimentos así (valga la redundancia). Toda su vida fue testear con queso, olores y sabores en general, cosas felices que hicieron que el viviera casi una vida de en sueño con su infancia intacta y un mejor amigo a su lado, pero ahora, al no tener más "sujetos de prueba" en el laboratorio, decidieron tomar al ratón alto para uno de sus experimentos más bizarros hasta el momento; remplazar órganos, tejido vivo con maquinaria para ver qué tan bien reaccionaba el cuerpo. A pesar de esto, el espíritu de Pinky seguía casi intacto, era solo el dolor el problema, dolor físico.

Habían pasado 14 días desde la operación y Pinky seguía con dolores, al menos no tan intensos como los de la primera semana, Cerebro juraría que Pinky moriría por como gritaba y se retorcía y al retorcerse por el dolor solo generaba más dolor, intentaba ayudarlo como podía, es algo que nunca borraría de su mente, aunque ahora se le veia mucho mejor, Cerebro lo cuidaba lo mejor que podía.

Cerebro, mientras lo veía del otro lado de la jaula, desde afuera. Había ido por un fuerte calmante en los fármacos de los laboratorios para dárselo a Pinky con un poco de agua en una tapa de refresco. Este entró y cerro la puerta intentando hacer que esta no llegara rechinar. Pinky alzó sus cejas al escuchar los pasos.

—¿C-Cerebro?

—Llegue, Pinky, traje un medicamento analgésico para que el dolor que sientes en los musculos del cuerpo se relajen por un tiempo límite y engañe a tu mente para que puedas estar en paz- Cerebro caminó hacia el. Pinky tomo aquel analgésico y lo bebió rápidamente para después volver a su posición inicial.

—Duele, Cerebro.

—Me imagino, Pinky.

—¿Y que pasará con la dominación mundial?

Cerebro pensó por medio segundo y negó con la cabeza.

—Tengo... Prioridades, Pinky- Cerebro le hecho un vistazo de reojo a su amigo mientras la daba la espalda. Pinky lentamente se comenzó a levantar, pareciera que el dolor estaba pasando nuevamente para el pequeño ratón.

—Me siento mal de que no logremos nada, poit. Quisiera poder caminar bien par seguirte— Pinky intento caminar a Cerebro pero sus piernas parecían no responder bien, al dar un paso en falso estuvo a punto de caer si no fuera porque Cerebro lo agarró a tiempo, Cerebro pudo sentir el pecho frío de Pinky, como si estuviera muerto, aparte de que se sentía mucho más pesado.

—No es tu culpa, Pinky ¡Juro que cuando el mundo sea mío lo primero que haré será quemar este horrible lugar y mandar a los científicos tras las rejas!— Cerebro gritó. Pinky solo sonrió.

Cerebro, mientras cargaba a Pinky para que pudiera ir por un poco de agua, trato de escuchar su corazón... O más bien, el reemplazo, solo escuchaba maquinaria y suspiros muertos de algo que no estaba hecho de vida, sintió su estómago revolverse, ¿Por qué los ratones debían ser los primeros en pagar las consecuencias de la ignorancia primitiva en experimentos peligrosos de los humanos? ¿Por qué Pinky? Ojalá hubiera sido el... Sería más fácil sobrellevarlo, ahora Pinky estaba sufriendo físicamente para probar que fan efectivo era reemplazar órganos con maquinaria como si se trataran de cyborgs. Tal vez reemplazar un brazo está bien, un ojo, parte del cráneo... Pero ¿Órganos vitales?... ¿Huesos? Eso era ya estar demente.

Pinky comenzó a beber agua como podía, la mitad de su cuerpo estaba dormido por el fármaco, eso lo agradecía, por primera vez en 24 horas pudo tomar una bocanada de aire y soltarlo por su boca, aunque su cuerpo se sentía raro de hacerlo, era como si tuviera muchas piedras dentro de si mismo conectadas con tubos y junto con gelatina viscosa y muy fría, no le gustaba.

—¿Cuándo regresare a la normalidad, Cerebro?- Pinky pregunto con inocencia—¿Crees que el dolor se quite?

Cerebro miro a un lado.

-Tu... Haré lo que yo pueda, Pinky, volverás a la normalidad con mi ayuda y el dolor se irá completamente ¿Entendiste?- Pinky asintió entusiasmado pero su estómago sintió devolverse, vomito a un lado y salió ácido estomacal, agua y... Sangre. Cerebro entro en pánico, era la 9na vez que Pinky vomitaba sangre desde que lo operaron.

—¿Sangre? No recuerdo haber bebido sangre está mañana, zort.

Unos científicos vinieron, Dirigieron su mirada al ratón quien tenía su boca manchada de aquel líquido carmesí junto con el suelo también, ambos se miraron un susurraron, anotaron resultados mientras platicaban y asentían; "¿Crees que sea una falla de el estómago artificial o de la garganta de tubo?" "Deberíamos examinarlo".

Un científico metió su mano a la jaula, Cerebro entro en pánico e intento lo único que podía hacer; morder al humano, aún así no logro mucho, habían tomado a Pinky, este comenzó a gritar como podía e intentar sacarse de aquella mano. Esta sería la tercera tercera operación en un lapso de 2 semanas, la primera fue el reemplazo de órganos y huesos, la segunda fue casi de inmediato después del reemplazo de tejido, eso porque Pinky dejo de respirar a las 20 horas después de la operación, estuvo muerto por 3 horas, y ahora esto... Pinky vomitando sangre... Parecía una mala, muy mala pesadilla. Cerebro tomo sus orejas con desesperación e intento abrir la puerta de la jaula con su cola.

Siguió a los científicos lleno enjundia hasta traspasar la puerta de la sala de operaciones. Pinky fue puesto en un metal frío, amarraron sus piernas y brazos, Pinky no tenían fuerzas para nada así que solo cerró los ojos temblando de miedo. Cerebro veía todo desde arriba de una repisa, nunca había visto a Pinky tan asustado. Pudo ver cómo los científicos lo anestesiaban, tuvo que mirar al otro lado para no ver cómo Pinky era abierto de el estómago y el cuello. Los científicos tardaron solo unos momentos para saber que había fallado en el cuerpo de Pinky, rápidamente cerraron el estómago una vez resuelto.

Comenzaron a vendar a Pinky y a darle transfusiones. Lo dejaron ahí hasta pasarlo a una pequeña jaula a un lado de la mesa.

Cerebro corrió ahí, entro y examinó a su amigo. Era simplemente horripilante la manera en la que los científicos los trataban, sin ningún cuidado.

Cerebro no dijo nada, solo se quedó sentado a un lado de Pinky quien tenía sangre manchando en su pelaje blanco. Cerebro paso su mano por el pelaje de Pinky, como si estuviera consolando lo o acariciándolo, hizo eso por unos 3 minutos, de cualquier forma Pinky no estaba despierto para verlo... Aunque no era del todo cierto.

—Se siente... Bien, Cerebro— Pinky dijo sin fuerzas, Cerebro soltó un gasp y miro a Pinky.

—¡Pinky!- Cerebro abrazo a Pinky.

—Me siento peor que hace un momento...— Pinky se acomodó más en el suelo.

—Estaras bien...

Cerebro noto que a Pinky le comenzaba a faltar el aire. Pinky tenía dificultades para respirar y cerebro lo notaba, se veía cansado.

—Deberias descansar, Pinky. Necesitas fuerzas para mañana...

— ¿Cerebro?

—¿Si, Pinky?

Pinky se tomó una pausa para pensar.

—¿Tu crees que descansando me sienta mejor?

-Claro que si, tu duerme, Pinky, no te preocupes por nada, descansa y cierra tus ojos, yo estoy aquí.

—¿Me das tu mano?— Pinky pregunto dándole una mirada a Cerebro quien solo hizo una mueca de disgusto pero termino accediendo. Pinky se aferró con toda la fuerza que podía, se sentía feliz que Cerebro estuviera con el.

Pinky fue cerrando sus ojos con una sonrisa, Cerebro solo lo miraba pensando que soluciones podía hacer.

SICK (PATB) Pinky y Cerebro/ Pinky and the BrainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora