Acalorado juego de golf PARTE 2

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La mañana del sábado había llegado, era un clima lo suficientemente agradable para llevarse a cabo el evento de los Chiefs en el campo de golf, a demás de ser algo para relajarse y conocerse entre los jugadores nuevos y sus familias, a Travis le encantaba jugar golf, siempre ha sido algo que disfruta mucho, jugaba regularmente con Patrick y Ross, pero últimamente Ross, por lo que restaba de algunos meses, estaría cien por ciento concentrado en Selena y el nuevo bebé que todos desean que llegue.

—Austin dice que se va a encargar del desayuno, ¿Estás de acuerdo con eso? — su esposo le preguntaba a Taylor, él sabía lo estricta que era con respecto a saltarse la dieta saludable que les dan a sus hijos. —El promete hacer algo decente—

—Bueno, tendré que confiar en él— rio. —No es un mal chef, solo que a veces le da pereza hacer algunas cosas—

—Antes de irnos, llevaré a los niños al baño, ahora regreso—

—Ok—


Ella todavía se encontraba en bata de baño, la ropa que se pondría la estuvo pensando de acuerdo a la ocasión, no quería que nadie se diera cuenta de lo que ocultaba, con siete semanas de gestación, era demasiado pronto para que la gente notara que algo estaba pasando dentro de ella, guardarían el secreto todo lo que pudieran hasta hacérselo saber a sus padres, la rubia eligió una falda deportiva color amarillo, era algo que tal vez iba a llamar mucho la atención, no estaba segura si sería buena idea, ya que han estado tratando de tener un perfil bajo, pero creyó que era adecuado por ser de día, aquel color tan primaveral y veraniego le quedaba bien, ella no sabía nada de golf, sin embargo no quería ir desaliñada, una blusa blanca y los tenis a juego darían el toque, no iba a ir en tacones al campo, estaría loca, tampoco sandalias, corría con el riesgo de inflamarse de los pies, todavía no llegaba a esa etapa en el embarazo, pero no deseaba comprobarlo, la incomodidad al caminar era algo que quería atrasar.

Una cola de caballo ayudaría con el alaciado que se hizo muy temprano, ella ya no se colocaba tantos productos para mantenerlo lacio por el embarazo, así que se tenía que conformar con plancharlo, se puso muy poco aceite para mantenerlo lo más aplacado posible, agradecía que Travis se estuviera encargando de los niños mientras ella se arregla, porque era una tarea complicada hacerlo sin ayuda, ella no era una mujer que se maquillara demasiado, siempre optaba por hacerse el delineado característico que mejor le sale, corrector para las ojeras, rímel para sus pestañas claras, eso siempre le favorecía para resaltar el color azul de sus ojos.

En el cajón de su tocador, siempre tenía labiales de todos los colores, era algo tedioso estar buscando y organizando por ella misma, así que de vez en cuando, una persona venía para encargarse de eso, sacó un lindo color rojo manzana y se lo puso, mirándose en el espejo, se sentía bien, era raro, porque en días anteriores las nauseas la han estado inundando por las mañanas, lo que la hacía verse enferma el resto del día, para su suerte, hoy era diferente, sus ánimos estaban equilibrados, no se sentía mal.

Se puso de pie dirigiéndose al espejo enorme del armario, aquel objeto siempre lo utilizaba para cuando necesitaba cerciorarse de que su atuendo era el correcto, se miró, detalladamente, sobre todo de perfil, tratando de buscar indicios de que se le viera un bulto en el vientre, algo que aun no pasaba, pero no estaba de más descartar que podría ocultarlo bien ese día, su abdomen se encontraba todavía normal, levemente inflamado, sin embargo, ella siempre ha estado así, los días de ser completamente plana de esa área se habían acabado para siempre, desde sus problemas alimenticios superados, le alegraba estar tan sana y mejor mentalmente que era un buen triunfo.


Durante ese tiempo, Travis estaba en el cuarto de su hija, Charles se encontraba sentado en la orilla de la cama mirando como su hermana había mojado su ropa.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora