Solo imagina haber estado ebrio en una fiesta de bienvenida para estudiantes nuevos y terminar en la cama con un chico que acabas de conocer, bueno... No del todo, te enteras que es un chico que conoces desde que tienes uso de razón y que le mentist...
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Había a casa con la camisa llena de café por lo de antes. Cambié mi ropa y salí a pasear a Pudding, le gusta mucho ir al parque blue and seok, pero ahora que lo pienso... Seok parece el apodo de seokHwa, pero... ¿¡Por qué pienso en él!? Fuera pensamientos.
Antes de salir de la cafetería le sonreí a Daehyeon porque yo había logrado salir de ahí, aunque sólo espero que no haya sido muy incómodo después de que yo me fuera.
De camino al parque iba mirando mi teléfono con una mano mientras que con la otra llevaba la correa de Pudding, estaba distraído y no sabía quien o qué pasaba por mi lado, pero reconocí unos cabellos rubios y entré en pánico porque era Seokhwa. El venía en dirección contraria, intenté voltearme y recé para que no me reconociera pero pudding no quería irse y se terminó acercando al cachorro de Seokhwa, ni siquiera me había dado cuenta de que traía un cachorro con el...
-Pudding no, ¡ven aquí! -grité para que Pudding me hiciera caso y regresara a mí, aunque aún lo sujetaba con la correa el había logrado llegar hasta el cachorro de Seokhwa.
Seokhwa iba mirando su teléfono al igual que yo hace un momento, cuando grité se dio cuenta de que pudding estaba olfateando a su cachorro, primero lo miro a el y después subió su mirada hasta encontrarse con la mía intenté mirar a otro lado pero el se acercó aún más a mí
-Creo que te conozco... -Dijo analizando mi rostro y frunciendo su ceño.
- A-ah, creo que está equivocado.-intenté evitar su mirada pero fue imposible, el seguía intentado recordarme.
-Claro que no, Junseo. - afirmó mi nombre y lo dijo en un tono muy... ¿Sarcástico?
- ¡Ah! Me conoces... Jaja. -dije nervioso, este chico me ponía extremadamente nervioso.
-Por supuesto, sabes qué
¿Qué? No entendí okay, ni siquiera lo dijo en tono de pregunta o afirmación.
- ¿No?
- Pues te digo, he recordado cada c-o-s-a -Lo interrumpi porque sabía perfectamente lo que diría. Estaba seguro de que diría a continuación, no necesitaba recordarmelo... Solo estaba ebrio.
-Ay, basta, basta. Creo que es hora de que me vaya, pudding. ¡Vámonos!
- ¿Pudding? -Dijo el en casi un tono burlón.
-¿Algún problema con eso?
- ¡En lo absoluto! De hecho, el se llama Cookie. - señaló a su cachorro negro y pequeño muy pequeño.-¿Quieres ir por un helado?. -preguntó el con una sonrisa esperando mi respuesta.
-¿Un helado...? - Volví a repetir su pregunta.
Era raro, primero me escupe café en la camisa y después me invita a ir por un helado, ¡oh espera! Lo primero fue anoche, esa noche.
- Sí me gusta demasiado, podemos ir juntos, solo tú y yo... - Me afirmó que debíamos ir solo los dos.
Pero ¿que haríamos con ellos? O sea, si quería que fuéramos solo nosotros dos ni los Cachorros ni nadie debería estar.
- ¿Qué me dices de ellos? -dije refiriéndome a nuestros cachorros.
- Oh... Ellos, ammm, que te parece sí pasamos a dejarlos a nuestras casas y nos encontramos aquí mismo, podría hablarte de los próximos proyectos en la escuela.
- Ah, buena idea, entonces... Te espero aquí pero primero pasaré a dejarlo en casa.
- Okay okay.
Ambos nos dimos la vuelta y fuimos a nuestras respectivas casas a dejar a nuestros cachorros.
