Azul y Blanco

-El Encuentro-

La vida regularmente puede ser difícil para muchas personas, somos seres capaces de razonar y aprender con el paso del tiempo, así mismo, también somos capaces de sentir, sentir dolor, odio, felicidad y sobre todo AMOR, pero ¿qué es el amor? sí buscamos la palabra en internet nos puede arrojar a muchos resultados como "Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo", pero realmente, ¿cómo podemos interpretar para cada uno de nosotros lo que en verdad es el amor?

Mi historia comienza aquí...

La Universidad ha sido una etapa bastante deslumbrante para muchas personas, el cumplir con una meta y un sueño en adelante, cada uno con muchos o ningún propósito, y con ello los días de desvelo, las tardes abrumadoras y esas noches de mucho trabajo, la carga de estrés recorriendo cada parte de nuestras mentes, es algo muy difícil para nuestra edad que a la mayoría le sucede.
Era el inicio del año, un nuevo semestre, una nueva aventura, las cosas iban de lo más normal en aquel cálido día, al ser inicios del semestre no había mucho que hacer y era más que nada cuestiones de presentaciones tanto de maestros como de las materias a cursar, todo de lo más normal en un plan de estudios. Ese mismo día, se habían presentado todos los del curso, uno por uno, indicando de igual manera sus gustos y disgustos, unos llamaban la atención y otros simplemente eran ellos como tal, al principio todo fue tranquilidad y con el paso del tiempo cada parte del curso se empezaba a dividir, estaban los callados, las personas creídas, los divertidos, los que hablaban mucho y en eso, estaba ella. ¿quién era ella? Una simple persona ordinaria; usualmente no hablaba con nadie de no ser por su único amigo Argén que entre ambos desde el primer día habían logrado mantener una buena comunicación y amistad hasta el momento. 

- Vaya que todos aquí son una bola de tontos- dijo Argén con ese distintivo sentido del humor; aquel chico era una persona que se le conocía por ser rac1st4 en cuestión de HUMOR, curioso, inteligente, misterioso, soñador, atento a los detalles y su gran peculiaridad en su voz grave, era alguien que para pocos se le hacía atractivo y para muchos alguien molesto, cada uno con diferentes ideas.

- JAJAJA no digas esas cosas Argén, ni siquiera los conoces- dijo aquella chica, Siena, una joven tímida y callada, quien le costaba mucho hacer amigos, también una chica dulce y amable con acciones dulces e incluso tratar de animar a las personas, aunque a veces la pena la invadía en su momento.

- Que? es la verdad, yo solo veo a gente sin sentido, menos a ti y a este p&#d%o - Señaló a su amigo que se encontraba frente a él mientras que saltaba una risa y de igual manera Siena continuaba con dicha burla. 

El aula donde se encontraban perfectamente se podía distinguir la división de los distintos subgrupos, y con ellos no era la excepción, ellos junto a Sage uno de sus amigos y por supuesto mejor amigo de Argén se encontraban en un lugar adecuado ya que podían visualizar a todos los de su alrededor, todo el tiempo entre los tres eran risas, carcajadas y bromas, nada que pudiera salir mal en un grupo de tan solo 3 personas ¿verdad?

El amor también lo podemos identificar como "Un sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear". Para Argén lo que en su momento parecía una relación de amistad hacia Siena, todo con el paso del tiempo empezaba a cambiar, ese sentimiento de amistad cambiaba a uno más de sentimientos de amor por aquella joven y era bastante notorio esos sentimientos que incluso Siena lo notaba, pero no daba paso a eso, únicamente lo veía como una forma amistosa.
Sin embargo, Siena, en su momento no parecía estar interesada ya que esta mantenía una relación con una persona, Lino quien era su actual pareja, alguien que era bastante especial e importante para ella, y que a pesar de la distancia siempre le mantenía ese respeto a su pareja sin importar que, ambos parecían ser muy felices, para Siena todo era perfecto, una carrera que le gustaba, buenos amigos, un bonito romance, pero había un problema, ¿o apenas era el inicio de muchos más por delante?

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Pasaron las semanas, justo había llegado el 14 de Febrero, el día donde los enamorados entregan cartas y regalos para sus seres amados o a su persona especial, aquí no era la excepción para Siena, aunque no lo seria con su media naranja, poco antes de aquel día habían empezado los problemas para ella, algunas inconformidades y de igual manera alguna que otra recaída emocional, algo que poco a poco empezaría a generarle inseguridades e inconformidades en el amor.

Había llegado la hora de clases, para ese momento ella con anterioridad había logrado comprar con el poco dinero que tenía una pequeña bolsa de dulces para así compartir con su grupo, aunque le era difícil hablar justo en eso entonces obtuvo la ayuda de una linda joven, Esmeralda, quien era la jefa del curso y así dando la indicación en general.

- Hola compañeros, nuestra compañera Siena quiere pasar a entregarles algo por el día del amor y la amistad - dijo Esmeralda con una cálida sonrisa aperlada mientras miraba a Siena con cariño, ella parecía ser una joven bastante amable y que jamás pensó que sería una de sus mejores amistades en la actualidad.

Con timidez, pero segura, paso a cada mesa del aula entregando aquel pequeño detalle a sus compañeros, no era mucho pero tampoco era poco, era algo con cariño y aprecio pues bien sabía que tal vez algunos no iban a recibir algo y era algo que no le parecía justo a Siena, muchos la recibían con un pequeño abrazo o un caluroso gracias, para ella era lo más agradable y bello de escuchar, siguió y siguió hasta terminar con todos, aunque se detuvo en una persona muy particular, le parecía alguien interesante y de igual forma llamativo por ciertos comportamientos suyos y que al escuchar aquel "gracias" solo correspondió con una muy bonita sonrisa hacia este y que de igual manera él respondió, ese momento se había convertido en uno tan dulce e inolvidable para Siena desde ahora en adelante, quien iba a pensar que por algo así, esa dulce persona seria...
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