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Capítulo 16 - Ciertos accidentes (2)

"Sólo voy a decirlo, pero recuerda que en el momento en que lo oigas, no habrá vuelta atrás".

"¡No importa! Si lo hiciste por algo trivial, ¡será mejor que estés preparado!"

Ya se lo advertí a aquel viejo noble, pero aun así, aquel viejo aristócrata parecía tener demasiada fe en su hijo, así que me contestó con tono decidido.

"De acuerdo. Si es así, te contaré todo lo que he oído".

Era inevitable, o aquel anciano o su hijo parecían conocerme de antes porque ambos hablaban atolondradamente e intentaban captar las palabras con facilidad.

Afortunadamente, Adilun no estaba aquí.  Fue un alivio para mí saber que no tenía que oír de ellos los insultos que voy a contar. Pero lo único que me preocupaba era Su Excelencia, el duque Johannes Rodenov. Si oye esto, probablemente no se lo tomará a la ligera.

"Sí. Tiene que vivir con el monstruo el resto de su vida, así que estaría bien si pudiéramos verle soñar al menos una vez en el centro".

Empezó con estas palabras y hasta me reí de la forma en que se burlaba de mí como si simpatizara conmigo y se lo echara en cara al viejo. Al oír estas palabras, apareció en su rostro una expresión de desconcierto.

"Sólo he oído hablar de ella, pero ¿quién iba a decir que tendría un aspecto tan aterrador? Si fuera yo, me habría mordido la lengua y me habría suicidado".

Y a medida que continuaban las palabras, el rostro de Su Alteza el Duque Johannes se tornó severo.

"Los cuernos de la parte superior de su cabeza eran muy atractivos. Estaría muy bien si estuvieran cortados y pulidos. Ah, ahora que lo pienso, ¿he mencionado que la princesa Esteban paga altos precios por la artesanía de alta gama?".

Y cuando dije la tercera línea, ghat la cara del viejo se puso blanca.


"Ella está reuniendo todo tipo de artesanías preciosas y si se trata del cuerno de la princesa Rodenov... que es el único en el mundo, por lo que su valor debe ser muy alto".

Y al terminar mi última palabra, el viejo noble finalmente me gritó.

"¡Te has inventado todo esto! De ninguna manera mi hijo diría algo así! ¿No fue todo inventado por ti para arrinconarnos!".

Ante las palabras de aquel anciano, los que estaban a su lado empezaron a compadecerse. Parecía que probablemente eran de la misma facción.

"Bien. ¿Hay alguna prueba? Podría ser simplemente una mentira que inventaste para perpetrar la violencia y encubrirla".

Me lo dijo un noble del bando de aquel viejo noble y la gente asintió a su comentario y me miró. Y al ver que Sir Johannes Rodenov también me miraba y preguntó.

"¿Hay alguna prueba?"

Pero ahora que lo pienso, no había ninguna prueba. Sólo actué movido por mi ira, debería tener algo como prueba para una situación así, pero lo hice demasiado precipitadamente. Al menos debería haber tenido una herramienta mágica para grabar.

Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía RománticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora