Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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26 - Torneo (2)
[POV de Physis]

'Me pregunto si tendré que ver otro partido o dos'.

Pensando en cuando iba a llegar mi turno vi terminar otro partido. Se dio un breve tiempo de espera para todos, y mientras tanto, un sirviente que venía de lejos se me acercó y me dijo.

"Príncipe Physis Ortair. Su partido comenzará pronto. Así que ahora tienes que ir a la sala de espera del torneo".

"De acuerdo. Voy".

Finalmente llegué al punto donde tenía que ir a la sala de espera para mi partido.

"Adilun. Creo que tengo que ir a prepararme".

Adilun me miró fijamente al oír mis palabras y asintió.

"Sí. Ten cuidado. Y esto..."

Entonces sacó algo de sus brazos y me lo dio.

Era un pañuelo nuevo, no muy diferente del que me había dado la última vez. Sin embargo, el dibujo grabado en el pañuelo era ligeramente diferente.

El dragón, de elaborada talla, sostenía ahora una espada.

El dragón era el símbolo de Rodenov, y la espada era el símbolo de Ortaire, así que el dragón con la espada en él debía significar una alianza entre los dos lugares y armonía entre ellos.

¿Cuándo demonios había preparado un pañuelo así?

Mientras pensaba esto, recordé de repente que Adilun se había quedado ayer en la posada para tomarse un descanso, y en ese mismo momento, me di cuenta de por qué no había salido de la posada en todo el día.

Pero, ¿por qué lo hizo?

Adilun me dijo que hiciera lo mejor por nosotros. Tal vez este pañuelo era una extensión de esa petición.

Y si ese es el caso, entonces tengo que hacer lo mejor que pueda. No simplemente por el nombre de la familia o por el prestigio de ella y mío.

Sino por nuestra promesa.

"Haré lo mejor que pueda esta vez también."

"No quiero que ganes, y no es importante si ganas o no. Así que no te hagas daño. Será bastante peligroso ya que no puedes usar mana".

Igual que la última vez, me dijo secamente que no debía hacerme daño.

De alguna manera, parecía lo contrario de darme un pañuelo, pero sabía que era su propia preocupación por mí, así que le respondí con una sonrisa.

"No te preocupes. Entonces, ya me voy".

"Sí."