Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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29 - Torneo (5)

Alan, que apenas había recobrado el sentido, volvió a cubrirse la cara con un casco antes de mirar a Physis.

¿Qué? Este tío!

Alan no era capaz de ver ni predecir correctamente los ataques de Physis. Y era un problema muy grande para él, porque en el torneo si uno no predecía o evitaba el ataque del otro, no tendría más remedio que perder.

'Es demasiado rápido'.

Esperaba que su lanza diera en la cara de Physis, pero la lanza que se clavó en la cara no era suya, sino de Physis.

'Maldita sea. ¿Por qué es tan bueno? ¿Qué hago ahora?

Alan se dio cuenta instintivamente de que los ataques de Physis estaban fuera de su alcance.

Sin embargo, había perdido muchas cosas por culpa de Physis, a las que no podía renunciar.

El estatus de su familia, su honor y su futuro, todo eso se había ido al garete por culpa de Physis. Así que para él ya era demasiado tarde para arrepentirse o rendirse.

Por otro lado, Alan ni siquiera creía que todo esto fuera culpa suya.

'Sólo estaba diciendo la verdad, pero ¿no es demasiado para sólo decir la verdad?'

'Realmente parecía un monstruo. ¡Maldito seas Physis! Todo esto es por tu culpa...".

Alan apretó los dientes y miró fijamente a Physis.

En su mente, la razón de su miserable situación y del peligro que corría su familia no era otra que Physis.

Aún no ha terminado. '

Mientras Alan murmuraba, sostenía en la mano la lanza que le había traído el criado.

'Esta vez, definitivamente golpearé su cara con mi lanza'.

'Incluso si uso toda mi fuerza, no sería capaz de bajarlo al mismo nivel que yo, pero al menos le daría algo de vergüenza'.

* * *

[POV de Physis]

Alan no perdió su espíritu de lucha ni siquiera después de recibir una paliza tan fuerte en la cara. Bueno, ya que se metió en muchos problemas por culpa de ese día, debe odiarme. Asi que era natural.

La psicología de esas personas es obvia. No aceptan sus faltas y siempre tratan de encontrar defectos en los demás.

La razón por la que lo sabía tan bien era simple. Porque yo también era así.

En mi vida pasada, viví así y cambié cuando conocí al niño que me dio esa novela, y en mi vida actual, cambié por la influencia de mi vida pasada.