Cabaña ♡𝐿𝒮♡ ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~

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Con un pequeño bostezo, Louis despertó. Miró a su lado donde debía estar Harry, pero en su lugar estaba una nota. Se sentó y leyó. Se imaginaba que era un poco tarde, quizás las once de la mañana. Últimamente con el seguro aroma de Harry cerca, dormía hasta más tarde.

Quizás podría ir a verlo al hostal, seguramente seguía con esos alfas que iban con él a la ciudad, o tal vez ya se había ido. Estaba feliz por la idea que había tenido su Alfa, faltaban ya menos semanas para Navidad y para su cumpleaños, serían las primeras celebraciones que pasaría con él, eso le parecía realmente maravilloso.

Se acostó nuevamente para estirar su cuerpo y tomar a Glui, no quería salir de su cama, ahora olía tanto a Harry. Tenerlo a su lado al dormir, era algo en lo que sus libros no lo habían preparado. Estaba feliz con su cama, era lo suficientemente grande para los dos, dormir con el brazo de Harry abrazando su cintura, era lo más mágico que había sentido. Era su segunda noche sin dormir solo, y se sentía muy bien eso.

Miró el techo, suavemente su rostro se inclinaba tratando de escuchar al ruidito en la cabaña. No escuchaba nada. Con la intriga, se levantó y salió. Su Omega olfateó hasta salir de su habitación, no había nadie en la mesa o en la sala. Su Omega sintió una pequeña y extraña presión en su pecho al ver el lugar donde su abuelo estaba siempre. Ese lugar cerca de la ventana, donde el sol tocaba sus piernas. Dio unos pasos rápidos hacia la habitación de Rafael, sentía un frío nervioso en sus manos, pero una sonrisa llena de alivio se formó en sus labios.

"Abuelo, estaba angustiado. No te vi afuera". Se acercó a la cama. "¿Quieres desayunar conmigo?"

Louis sonrió confundido, ese frío volvió a sus manos y su corazón empezó a estar alterado. "¿Abuelo... estás despierto?"

Su Omega hizo un pequeño chillido, llamando a su abuelo, angustiado por no sentir ese aroma cariñoso.

"Emh n-no". Rápidamente tomó su mano. "No, no, no, abuelo... ¿por qué estás frío? No, no". Con torpeza subió la manta para cubrirlo. "Así, así estarás mejor, el calor... el calor va a volver. Abuelo, no, no... ¡no, no, no! ¡Tú también no! ¡Abuelo!"

Sus piernas lo hicieron caer el sentir su fuerza abandonar su cuerpo. En sus manos tenía un hormigueo, su llanto lastimaba sus pulmones con ese dolor que estaba atravesando su corazón.

"¿¡Por qué ahora!? ¡No abuelo, abuelo, por favor! ¿¡Tú también!? ¡Por favor, por favor, por favor!". Pasó la manga de su ropa para limpiar sus mejillas y su nariz. Tenía un pequeño jadeo al no poder tener el aire necesario. "Abuelo, ahora. Por favor, no d-después de ayer, no después de ayer. Te veías tan feliz, ¡ahora no, no, no me dejes!"

Se enderezó con dificultad, mirando el rostro sin vida de esa persona que amaba tanto. "Abuelo, tú serías el regalo de mi cumpleaños, Harry tenía muchos planes para nosotros". Mordió su labio inferior y habló a penas en una voz firme. "Perdón, perdón por gritar, de-debes irte tranquilo... pero me duele mucho".

Cubrió el rostro de Rafael, su llanto salía también en pequeños gritos. Sus manos continuaban frías con ese doloroso temblor. "Tengo... que ir por Harry. Espero que siga aquí". Susurró y rápidamente salió.

Ambos podían sentir esa preocupación, de igual manera pero confundido, Harry estaba saliendo del hostal para ir a la cabaña. Podía no tener su unión visible en el cuello de Louis, pero podía sentirlo tan fuerte como si la preocupación de su Omega estuviera a su lado. Al ir subiendo más la colina, pudo sentir un aroma diferente. Era raro ya que nunca había un aroma en el camino a la cabaña. Claramente era un alfa, eso lo hizo correr rápidamente.

A pesar de seguir con su llanto, Louis también bajaba rápido, hasta que ese olor lo hizo frenar con miedo.

"Louis, no esperaba verte fuera de tu casa". Arturo dio unos pasos más. "Te ves bien, ¿acaso acabas de despertar?"