Ꜥꜥֶָ֢⛓️ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 11

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JungKook regresó a casa después de un largo día, sintiendo el peso del cansancio en sus hombros

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JungKook regresó a casa después de un largo día, sintiendo el peso del cansancio en sus hombros. Sus pasos resonaban suavemente en el pasillo mientras se dirigía hacia su habitación. Una vez dentro, se quitó la sudadera con capucha negra y la arrojó descuidadamente sobre la silla junto a su escritorio. Se quedó quieto por un momento, respirando profundamente, intentando calmar su mente agitada. El aire estaba impregnado de un aroma familiar y reconfortante, uno que reconoció al instante.

— ¿TaeHyung? — Murmuró para sí mismo, frunciendo el ceño mientras olfateaba el aire.

Intrigado y un poco desconcertado, se acercó a la puerta del armario. Introdujo el código con dedos hábiles y entró, sintiendo una mezcla de ansiedad y curiosidad. Observó a su alrededor; cada cosa estaba en su lugar habitual. Sin embargo, el aroma seguía persistiendo, envolviéndolo en un manto de recuerdos y sensaciones.

Cerró la puerta del armario y se dirigió al ropero. Al abrirlo, una camisa captó su atención de inmediato. La tomó y la acercó a su nariz, inhalando profundamente. Una sonrisa se formó en sus labios. No había duda alguna, era la camisa de TaeHyung. Pero no era solo una camisa, al rebuscar un poco más, encontró pantalones, un pañuelo y hasta un bóxer, todos pertenecientes a su muñeco.

Mientras tanto, en la casa vecina, TaeHyung caminaba de un lado a otro en su habitación. Sus pasos eran rápidos y desordenados, reflejando su estado de ánimo caótico.

— ¡Oh Dios mío! ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Debería fingir que no sé nada?¿Hablar con él o decirle a Jin? ¡No quiero que nadie salga lastimado de nuevo! — Exclamó con desesperación, su voz reverberando en las paredes de la habitación.

El joven se detuvo frente a la ventana, mirando el paisaje exterior. Llorar no era una solución, lo sabía, pero la impotencia lo hacía sentir al borde de las lágrimas. Su mente estaba en un torbellino de pensamientos y emociones contradictorias.

— ¡Que se joda! Ya no soy ese niño pequeño, inocente y frágil. Ya no soy un débil de dieciséis años — Dijo en voz alta, tratando de convencerse a sí mismo.

El dolor en su pecho era casi físico, y estaba a punto de dejarse llevar por el llanto cuando la puerta se abrió de golpe y un alegre JiMin entró en la habitación.

— TaeHyungie, YoonGi fue tan dulce conmigo — Dijo, su sonrisa iluminando la habitación — Pero JungKook vino y arruinó nuestro momento, parecía que estaba a punto de matarme o algo así, pero luego me di cuenta de que era solo su cara — Añadió con un puchero, antes de notar los ojos hinchados de su amigo — Oh, Tae, ¿Qué pasó? — Preguntó, acercándose con preocupación.

— No te preocupes Minnie, me acaba de caer un poco de jabón en los ojos — Mintió, intentando sonreír a pesar de su estado emocional.

JiMin frunció el ceño, pero decidió no insistir.

— Deberías tener más cuidado — Dijo suavemente — Debo irme a casa, mamá y papá regresaron por dos días — Suspiró, su tono revelando una mezcla de resignación y tristeza.

control 𐙚 kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora