No he encontrado a la persona

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Álvaro justo salió en ese momento. Me miró y su mirada bajó rápidamente a la parte descubierta. Me tapé y se acercó a nosotros.

-Perfecto, así no tengo que explicarlo dos veces

-Que?

-Sabes que yo lanzó truenos y todo eso no? Y que tengo un martillo que solo lo he podido levantar yo

-Claro

-Pues quiero que intentes levantar el martillo. Como tienes la fuerza de la gema quiero ver si es lo suficiente como para levantarlo

-Seguro? Y si no puedo?

-Es normal que no puedas, no va a pasar nada

-Vale, lo voy a intentar, pero no sé controlar mis poderes, no sé cómo activarlos

Se acercó al martillo, que estaba en el suelo ya puesto por Lucas e intento activar sus poderes, pero no podía. Cogí aire y le miré.

-Paul lo pasó fatal. Cada vez que llegaba a su casa con moratones se encerraba en su habitación y se tiraba en su cama para llorar.

Álvaro alzó su vista para conectarla con la mía, aunque las chapas blancas no le dejarán ver mis ojos, teníamos la mirada conectada como si estuviéramos a centimetros.

-Todos los dias de la semana menos los Sábados eran horribles, se los pasaba llorando porque tenia miedo de volver allí, de volver a recibir golpes de parte de Guille. Siempre se quedaba con hambre porque Guille le robaba su almuerzo y lo tiraba a la papelera enfrente suyo. El siempre estaba solo en los patios y se quedaba en una esquina esperando a que los treinta minutos se pasarán rápido, pero siempre se le hacían eternos. Siempre sentía que le miraban a él por su ropa y se reían. Se lo contó a varios profesores, pero ellos no hicieron nada, solo le dijeron que estaba jugando, que aún eran pequeños para hacerse daño de unos a otros intencionalmente y que se les pasaría. Las burlas no pararon hasta que llegó a la universidad, y fue visto como el popular. Nunca se lo contó a sus padres por miedo a que no le creyeran ya que no tiene una muy buena relación con ellos. Guille le sigue haciendo bromas pequeñas, pero que aún le duelen a Paul, como "Thin aún sigues siendo delgado, no cambias eh" o también "vas a estar solo toda tu vida"

Miré su mano y estaba totalmente morada, le salían hasta mini rayos de ella. Me miraba con tristeza y rabia. Incluso salían lágrimas de sus ojos. De un momento a otro salió de su trance y se miró la mano. Todos estábamos expectantes, pero a la vez todos me miraban con preocupación, ya que sabía que eso era verdad, toda esa historia, era verdad, ni una sola mentira.

-Me duele mucho

-Es normal. No lo controlas aún, pe-

-No hablo de la mano

Dijo con miedo. Me quedé callado durante un rato, no entendía.

-Entonces de que hablas..?

Lentamente, se fué acercando a mi. Me ofreció su mano sin rayos que salieran de ella para levantarme y la miré, acepte la mano y me levante con su ayuda. Pero no soltó la mano, la dirigió hacia su corazón y me hizo sentir sus latidos. Tragué nervioso.

-De aquí

Unas lágrimas salieron de mis ojos como coches de carreras, después de ellas salieron muchísimas más.

-De aquí es normal?

-Depende de lo que sientas por esa persona, supongo

Dije con la voz ronca por la lágrimas y las ganas de sollozar.

-Y si no se lo que siento?

Ya no sabía que responderle, a qué se refería con que no sabía lo que sentía?

-No...no lo sé

Todos nos quedamos en silencio y la mano de Álvaro se fué apagando. Hasta que sentí algo. Miré hacia la puerta y sentí aún más peligro.

-Spidey estás bien?

Me preguntó Cris. Asentí inseguro y miré a Álvaro por última vez, para ver qué veía en su mirada. Analicé cada detalle que había en sus ojos. De un momento a otro, mi mano agarró la de Álvaro.

-Álvaro no!

-Dejame

-No vas a ir

Su mano se empezó a poner morada de nuevo. Pero esta vez no solo una, sino las dos. Se intentó zafar del agarre a la vez que su color morado aumentaba.

-Álvaro se que no es justo, pero no puedes ir a por él

Todos los demás se levantaron y me ayudaron a controlarle, pero este no cedía.

-Ahora eres una persona que tiene poderes, y los tienes que utilizar bien. No puedes utilizarlos para dañar a alguien que a tí no te ha hecho nada

-Entonces Paul que va a hacer? Se va a quedar quieto? Se va a quedar sin contarlo? No me parece justo

-Lo sé, pero ya se las arreglará. Te lo prometo

-Si tanto lo conoces me puedes responder a una pregunta?

Asentí.

-Porque aún no ha pedido ayuda? Porque se queda callado?

Respire hondo y apreté las manos en un intento de calmarme.

-Porque aún no ha encontrado a la persona correcta para pedirla

Álvaro suspiró y se fue hacia la habitación en la que anteriormente se había cambiado. Entró y comencé a llorar.

-Paul tranquilo, estás con nosotros, vale?

Me animó Ruslana

-Odio mentir, lo sabéis

-Si, pero si quieres seguir manteniendo tu identidad en secreto lo tienes que hacer

Suspiré y de repente mi mascara ya no estaba en mi cara. Miré a Alex que la tenía en su mano y me miró divertido.

-Alex que haces

Dije levantándome para intentar cogerla, pero él esquivababa los intentos y se iba alejando más de mi.

-Alex puede salir en cualquier momento

-Quieres dejar de mentir, no? Pues haz que sepa quien eres

-Alex devuélvemela y no me hagas gritar, me va a oír

-Ven a por ella

Fui a por él y empezamos a dar vueltas por la habitación. Cuando se paró, fué justo en frente de la puerta. Me abalancé encima de él intentando quitarle la tela, pero sus esquives eran muy rápidos.

-Alex dásela ya!

Dijo Naiara apresurada. Me temí lo peor, y si ya había salido?

-Joder Alex que se la des!

Dijo ahora Juanjo.

-Pero porque estáis así? Ni que haya salido Álvaro

-Alex lo tienes a tu puta derecha!

Le dijo ahora Cris. Me quedé paralizado, no podía ser verdad, tenía que ser mentira. Alex me dio la mascara y me la puse lo más rápido que pude. Si de verdad había salido, me habría reconocido, no es que todos lleven el pelo blanco. Recé para que no estuviera allí y me fuí levantando lentamente.

Eres tú-PolvoronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora