CAPITULO 4 | VERDAD

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Después de la despedida de jimin, se encontraba algo decaída, iba a abandonar prácticamente toda su vida en Daegu, sus amigos, el amor de su vida, claro que tenia planeado dejar su trabajo con la mafia, ya no sería parte por que estaba seguro de que en Jeju iba a encontrar un trabajo decente para mantener a su madre y a
Su nana , estaba muy convencido de que lo va a lograr.

–llegue... ¿Mamá? – al entrar a su casa no solo había silencio extraño, su mamá siempre era ruidosa para hacer cualquier cosas, además de eso habia un aroma dominante.

Al llegar a la sala pudo ver a su madre tirada en el suelo, su labio inferior estaba roto y su mejilla colorada.

– jungkookie~ cariño vete, antes que el venga – su voz sonaba baja.

– me importa una mierda quien sea ese, no te dejare que te ponga una mano encima– su lobo estaba más inquieto de lo normal, pero y sana – mamá, ¿Dónde está sana?– miro a su alrededor y no encontró a su prima.

En ese instante escucho paso a su espalda, el frio parecía estar colándose por su columna vertebral. ¿Pero por qué?

por ella no te preocupes jungkookie, pronto estarás con ella– esa voz le transmitía miedo a cualquiera que la escuchará, era grave y rasposa.

Quien era esta y por qué había entrado a su casa de esa manera y había tenido el gran descaro de golpear a su madre y llevarse a su rommie, como odiaba a este tipo.

– quien le dió permiso de entrar a mi casa, por favor salga por dónde entro – ayudando a su madre a ponerse de pie y sentarla en uno de los sofás cremas y besar su frente, su madre estaba helada.

–que grosero eres jungkookie, por lo menos mírame a la cara y despachame como es debido, cariño–taehyung mantenía una expresión fría en su rostro.

Jungkook que a escuchar a taehyung se dió la vuelta para encararlo, si el creía que le va a dar miedo a Jungkook con su expresión rey del hielo estaba muy equivocado, toda su vida había sobre llevado y tratado a todo hijo de perra en su trabajo y si algo había aprendido a no dejarse intimidar por un alfa siendo un Omega

Aún que esté era diferente ya que su lobo estaba feliz y mostraba la panza.

– cariño sus pelotas, y me vale una mierda quien sea usted, quiero que se largue de mi casa – su enojo se hacía más visible cada vez no solo por el apodo si no que tenía a su prima y había golpeado a su madre.

–esta bien me iré – dió dos pasos quedando a pocos centímetros de jungkook – pero tú vendrás conmigo – agarro a Jungkook del brazo alandole .

– ¡SUELTALO YA TAEHYUNG¡ - tuvo que intervenir Hyuna.

– ¡Cierra la maldita boca, zorra asquerosa! – una bofetada llegó al su mejilla.

Vaya que pegaba duro para ser un Omega, pero no lo suficientemente fuerte para derivarlo a el. Y vaya que era... exitante un Omega de su tipo era difícil de domar y créanme que Kim taehyung estaba dispuesto y preparado para esa gran tarea.

– ¡no vuelvas a insultar a mi madre con tu boca sucia idiota!– Jungkook quedó confundido cuando el contrario comenzó a soltar carcajadas.

–¿Tu madre?– volvió a reírse , se acercó al oído del contrario – estás seguro de lo que dices cariño – jungkook no pudo evitar fruncir el ceño

– ¿le cuentas tu o le cuento yo?– fulminó a la Omega, por qué? Cuando su vidas iba de la mejor forma aparecía este niño engreído.

– y-yo... jungkookie...yo– Hyuna sentía como el nudo en su garganta crecía

Que señora tan estúpida y lenta, luego se encargaría de ella, primero era llevarse a su pequeño demonio de Tasmania.

–yo, yo, yo, entonces le cuento– su mirada se dirigió al Omega o mejor dicho su Omega

–veras Jungkook...

– ¡taetae! – eso eran los gritos de su castañito, habían decidido jugar a las escondidas, el pequeño Omega ya llevaba 15 minutos buscándolo por la gran mansión.

– ¡taehyung!, tae...¡ Auch!– claramente vió como el omeguita una de las ramas de un arbusto había impacto con el rostro de su niño bonito

El alfita bajo del árbol para socorrer a su Omega, su destinado, su todo.

– kookie ¿Estás bien? – vió como el pequeño sollozaba y cubría con sus manitas una de su mejillas – muéstrame kookie – tomo la muñeca del pequeño y la apartó del rostro del niño.

Sangré? Era sangré, su kookie estaba sangrando, su mejilla

– ¡Mamá!, ¡Papá¡, kookie está sangrando – cargó al pequeño quién no había dejado de llorar.

– ¡cachorro!– gritaron los presentes en  el quiosco de la mansión – ¿¡que sucedió!? – está vez fue la mamá del pequeño cachorro.

–estábamos jugando y una rama golpeó el rostro de kookie–

...

–Listo cachorro, va a quedar una marca en tu mejilla – beso la frente de su cachorrito.

¿Una marca? , si tenía una marca en su rostro su taetae lo iba a dejar de querer, su lobo y el se sintieron un poco desanimados.

Miro al rubio cenizo que estaba en el umbral de la puerta y luego bajo la mirada

– ¿te duele mucho kookie? – dijo mientras se acercaba a la cama de su Omega.

– ¡No te acerques!– gritó el azabache, tae pudo sentir el rechazo, no solo el si no su lobo.

– jungkookie, yo~ lo siento mucho si?– a pesar de ser un alfa puro también tenía sentimientos y al ser rechazado por tu destinado era lo peor para cualquier casta.

– ¿ya no querrás ser mi alfa por qué no tendré un rostro bonito verdad taehyungie?– las lágrimas se hicieron presente en las abultadas y regordetas mejillas del Omega.

Ya entendía que lo estaba pasando.

– siempre te querré, eres mi Omega Jungkookie y jamás dejaras de serlo– la celebración silenciosa de los adultos detrás de la puerta se hizo presente

Pero taehyung jamás creía que esa sería la última vez que vería al amor de su vida.

beyond the bulletsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora