Reconstruir la fortaleza no era una opción, los Titanes ya no tenían mayores motivos para mantenerse ahí.
Primero, habían viajado hasta ahí en busca del octavo grupo de la guadaña negra, esos bandidos se escondían en alguna parte del bosque Sain, y, lamentablemente..o no.., alguien ya se les había adelantado por mera casualidad.
Fue ahí donde conocieron a un nuevo amigo, cuya llegada al norte de Roó fue por un viaje muy necesario, la búsqueda de una cura para la peste que azotaba a su nación.
Y viéndose que tanto el como el grupo compartían casi la misma convicción y gusto por la batalla, terminaron encajando como buenos compañeros.
Los jóvenes convinieron en ayudarlo en su obtención de la orquídea celestial, el ingrediente necesario para producir en masa la cura que el comandante Columbus tenía en sus venas.
Pero oh..El destino mismo a veces puede ser muy cruel e inesperado, pues su viaje a una fortaleza resultó ser un trágico encierro.
Cayeron cautivos a manos de los imperiales, y su amigo terminó muerto en las fauces de una aberración sangrienta.
La lucha por la libertad termino en esto..ahora, los Titanes no tenían más motivos para permanecer en aquel lugar.
Debían volver y...¿rescatar a aquel esclavo?., ya casi ni recordaban el verdadero motivo del inicio de su cruzada.
Su sendero terminó curtiendolos como guerreros de alto espíritu aventurero, las experiencias vividas los marcarían de por vida, y era esto lo que los hacía saber parte del imninte final de su unidad como hermanos.
Sus naturalezas e ideales tan diferentes, tarde o temprano terminarían separandolos, que mejor,
Que tras cumplir el motivo por el que iniciaron todo ese viaje............
-Partiremos de vuelta al atardecer, el bosque está casi muerto y no hay muchas criaturas peligrosas..además, creo que no habrá problema alguno para nosotros considerando lo fuertes que nos hemos vuelto-.
Dijo Evansz mientras bebía un poco de café caliente, estaba sentado alrededor de una fogata y lo acompañaban sus hermanos, Diyagore, los aprendices Elitezards, Kataye, y el médico de la peste.Bástheon estaba organizando a la milicia para preparar un viaje a la ciudad imperial más cercana, y se aseguraba de reunir a todos los supervivientes.
En medio de los campamentos improvisados, muchos velaban a sus muertos, o al menos recuerdos de estos.
Una anciana se acerco a la fogata, y palmeo el hombro de Theodor antes de entregarle un tazón de estofado de rata humeante.
-Gracias Sahira-.
Agradeció el Titan mostrando una sonrisa sincera y calida.La anciana asintió antes de retirarse y seguir repartiendo comida.
-...¿Aun quieres irte con ellos, Theodor?-.
Le pregunto su hermano mayor mientras los demas parecían estar enfocados en sus propios problemas.
ESTÁS LEYENDO
Sendero primigenio #2
FantasyLuego de su repentino origen y comenzar una aventura donde desarrollaron parte de su potencial, los cinco hermanos deberán fortalecer sus lazos para la parte final de su viaje. Donde...al haberse desarrollado cada uno su manera de ver la vida, tendr...