Después De Todo (Todobaku)

№2 (hablemos)

Siendo un sábado por la tarde, dónde los colores anaranjados inundaban el cielo, dando inicio a un atardecer hermoso. En una cafetería se encontraban dos jóvenes, uno alfa y el otro beta, Todoroki pidió reunirse con su amigo midoriya, quien aceptó con gusto, claro, con uno que otro drama de su pareja, quien sin opción lo dejo ir.

— mm.. de que querías hablarme, Todoroki-kun? — hablo el beta y el silencio se desvaneció —

— pues bueno....mm no sé cómo decirlo..— murmuró el bicolor, siendo aún observado por su amigo — es que...hace poco...me interese en alguien en particular —

La mirada perpleja de su amigo hizo que se sintiera más incómodo además de estar avergonzado. No era facil decirle a tu amigo que te gusta su amigo (para el).

— oh, eso es bueno todoroki-kun, ¿y quién es esa persona que te interesa? — preguntó Midoriya, inclinándose hacia adelante, con evidente curiosidad.

Todoroki tragó saliva. No estaba acostumbrado a hablar de sus sentimientos, menos con alguien tan expresivo como el beta frente a él. Sin embargo, sabía que Midoriya era su mejor opción para acercarse al rubio que había capturado su atención.

— Es... tu amigo. Bakugo Katsuki.

El silencio que siguió fue tan pesado que Todoroki sintió que el tiempo se detenía. Midoriya parpadeó varias veces, procesando lo que acababa de escuchar.

— ¿Kacchan? — preguntó, su tono mezcla de sorpresa y duda.

— Sí, él. — Todoroki mantuvo su expresión neutral, aunque por dentro su corazón latía con fuerza.

Midoriya lo miró fijamente, como si estuviera tratando de asegurarse de que no era una broma. Luego, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

— Bueno, esto es... inesperado. Pero no voy a mentir, Todoroki-kun, me alegra que te interese alguien como Kacchan.

— ¿Por qué lo dices? — preguntó el bicolor, inclinando la cabeza.

— Porque Kacchan necesita a alguien que pueda manejar su temperamento, y tú... bueno, eres increíblemente paciente. Además, creo que nunca he visto a Kacchan reaccionar de la forma en que lo hizo contigo el otro día.

— ¿Reaccionar?

— Sí, me contó lo que pasó en la facultad de medicina. Aunque no lo admitió directamente, se le notaba nervioso. — Midoriya sonrió con picardía. — Creo que tienes una oportunidad, pero tendrás que ser persistente.

Todoroki asintió, procesando las palabras de su amigo. Si había algo que tenía claro, era que no iba a rendirse.

— Entonces, ¿me ayudarás?

Midoriya se inclinó hacia atrás, cruzando los brazos mientras lo pensaba.

— Claro que sí. Pero, Todoroki-kun, te advierto que Kacchan no es fácil de impresionar.

— No me importa. Estoy dispuesto a intentarlo.

Midoriya sonrió ampliamente.

— En ese caso, déjamelo a mí. Tengo un plan.

Mientras ambos discutían los detalles, Todoroki no pudo evitar sentirse más confiado. Con la ayuda de Midoriya y su propia determinación, estaba seguro de que podría conquistar al orgulloso y terco omega que había capturado su corazón.

El juego apenas comenzaba.