Pasaron tres meses. Cinco meses sin Bell, meses en los que iba al cuarto vacío de ella y se quedaba dormido añorando el momento de su regreso. Pero no pasaba.
El reloj marcaba las siete de la mañana, y los primeros rayos del sol se filtraban por las cortinas de la habitación de Evan, proyectando sombras danzantes sobre las paredes desnudas. En el silencio de la estancia, solo se escuchaba el tic-tac constante del tiempo que se escurría como arena entre los dedos.
Evan yacía inmóvil en la cama, con la mirada perdida en el techo. Su mente, un torbellino de emociones, estaba en otro lugar, en otro tiempo, con ella. La ausencia de Bell era como una herida abierta que no cicatrizaba, un vacío que ni el tiempo ni la distancia lograban llenar.
-Bell, ¿por qué te fuiste? - dijo en un susurro. -No pude decirte cuánto te amo.
"Porque a veces el amor no es suficiente" La voz de Kai, emergió como un susurro en la brisa.
Evan cerró los ojos, intentando ahogar el dolor. Pero cada recuerdo de Bell era una ola que lo golpeaba sin piedad, arrastrándolo mar adentro.
-Pero yo la amo. Y hoy... hoy me caso con Blair.- recordó con voz quebrada.
Kai guardó silencio.
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.
.El reloj seguía su marcha implacable, y con cada tic-tac, la hora de la boda se acercaba. Evan sabía que debía levantarse, prepararse para el día más importante de su vida. Pero ¿cómo podía dar un paso hacia el altar, hacia un futuro, cuando cada fibra de su ser anhelaba el pasado?
- Debo hacerlo. Por mi familia, por mí... por lo que aún puede ser...
El silencio se llenó con el eco de un corazón dividido, de un amor que había sido y de otro que intentaba nacer.
Evan se puso de pie, su reflejo en el espejo era el de un hombre que estaba a punto de cruzar un umbral. Con un suspiro, comenzó a vestirse, cada prenda era una promesa, cada botón un compromiso.
La cuenta regresiva había comenzado. Cinco horas. Cinco horas para dejar atrás los fantasmas y abrazar una nueva vida. Cinco horas para decir adiós a Bell, aunque ella ya se había ido mucho antes.
Winter llegó a la casa, junto con Nick, quien había tomado como paciente a Evan desde que Bell ya no estaba. La luz del atardecer se filtraba por las ventanas, bañando la habitación con un resplandor dorado.
-¿Cómo te sientes hoy? ¿Alguna señal de Kai?
-No -mintió Evan, su voz apenas tenía un susurro-. Creo que me va a dejar hacer esto, me lo debe.
"Sí, dejaré que te cases con una zorra. Tranquilo "resonó la voz de Kai en su mente, burlona y fría.
Evan sonrió sardónicamente al escuchar esas palabras en su mente. Winter, con manos delicadas y seguras, le ayudó a ponerse la corbata.
-Te ves hermoso... De verdad, pero hay algo con ese pelo -dijo, intentando no ofenderse.
Evan se tocó el cabello, su mirada encontrando la de Winter en el espejo.
-¿Qué quieres que haga?
La chica hizo una seña de unas tijeras con los dedos, y Evan se negó con un movimiento de cabeza.
-No.
Winter sonrió, su expresión suavizando.
-Lo sé, era una broma -sacó un pote de gel y un elástico-. Vamos a peinarte.
...
...
Ya quedaba una hora para la ceremonia. Evan pensaba que en cualquier momento, Bell aparecería en la puerta para impedirlo, pero sabía que no pasaría; aunque ella estuviese ahí, junto a él, no intentaría algo parecido.
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Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)
RomantizmEvan, un joven de 28 años, se enfrenta a la complejidad de su existencia marcada por un trastorno disociativo de identidad. Conocido por sus dos identidades, Evan y Kai, su vida toma un giro inesperado cuando su padre le impone una condición: somete...