Nabil.Volví a caer de espaldas contra el suelo.
Por quinta vez.
Para evitar convertirme en carne molida por las piedras a mi alrededor tuve que rodar sobre mi misma hasta quedar en una posición favorable que me permitiera ver los movimientos de mi contrincante. Traía todo el cuerpo magullado, cubierto de barro, el cabello enmarañado dentro de la larga trenza que intentaba contenerlo, y el crudo frío recorriendo por toda mi piel. Era una buena vista, pero consideraba que el papel de perdedor se vería mejor en mi oponente.
____ ¡De pie!
____ ¿Es que acaso lo dudas? ____ Bufé divertida.
Con la respiración yéndome a mil, una mano y una rodilla en tierra, lo observé tomar nuevamente su posición ofensiva. No se estaba conteniendo, ya me lo había advertido.
Lo estudié, desde sus manos envueltas en grandes puños, hasta la expresión vacía que delineaba su rostro cubierto de una espesa barba a la cual le empezaban a salir algunas canas. Tenía el ceño fruncido y los ojos atentos a cada uno de mis movimientos, no se perdía ni siquiera del ondeo de algunas hebras sueltas de mi cabello contra el viento.
____ ¿Qué esperas? ¡Atácame!
____ Si es lo que quieres. ____ Siseé.
Afirmé con fuerza mis pies contra la nieve fría para darme más impulso. Tomé una bocanada de aire que me supo amargo, pero no me aferré a la sensación, sino que la tomé como combustible para aumentar mi ataque.
Un grito me desgarró la garganta cuando con todas mis fuerzas despegué del suelo y corrí en su dirección. Lo miré venir con la misma intención hacia mí, por lo que no perdí tiempo. Le solté en la cara un puñado de nieve a la cual me había aferrado usándola como distracción, luego pegué un salto que me permitió escalar a su rodilla, tomé otro impulso y envolví una de mis piernas alrededor de su cuello lanzándonos a ambos al suelo y haciendo uso de su propia fuerza apresé su brazo derecho con el mío en el ángulo opuesto. Tuve que hacer un esfuerzo extra para tomar el cuchillo que descansaba en mi pierna con mi mano libre y apretarlo en su garganta.
____ ¿Qué decías, papá?
Sonreí agitada y satisfecha al ver su mueca de dolor que muy a pesar de ella sonreía orgulloso. O eso quería creer.
Lo solté después de unos segundos y como pude me puse de pie. Dejé caer el cuchillo al suelo y llevé ambas manos a mis caderas para tomar aire a grandes anchas.
____ Una cosa más, Nabil...
A penas me giré devuelta hacia él, fui recibida con un movimiento de fuerza ejercido sobre mi brazo y en menos de un segundo volví a estrellarme de lleno contra el frío suelo.
____ Jamás le des la espalda a tu oponente. ____ Se jactó.
____ ¡Papá!
Empezó a reírse de mi como nunca. Me extendió una mano aun con su sonrisa de suficiencia plantada de oreja a oreja y la acepté de mala gana.
____ Has estado muy bien hoy.
____ ¿Es otra manera de burlarte de mí? ____ Comenté mientras me limpiaba sin éxito las grandes manchas de barro que cargaba encima. La nieve aun no llegaba a cubrir todo, por lo que aún quedaban algunos charcos de lodo. ____ Ni siquiera soy capaz de vencerte.
____ No se trata de quien vence a quien, sino de todo lo que has aprendido y como has avanzado. Ya casi estás lista.
____ ¿Intenta adular a su hija, gran Calum? ____ Me burlé. Tomé mi cuchillo del suelo y volví a ponerlo en su lugar habitual.
ESTÁS LEYENDO
Alderamin (La leyenda)
FantasyAtada a una leyenda impuesta por el destino. Designada como tributo a una tierra muerta, sin vida, una tierra que lleva siglos esperando su llegada. Pero todas las leyendas tienen grietas, y esta grieta en especial tiene nombre, unos ojos negros com...