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Las mañanas para Morgana eran los momentos más bellos del día, le encantaba asomarse a la ventana y sentir los rayos del sol tocando su piel, sus ojos verdes amaban ver los colores que se muestran en las mañanas con los rayos del sol tocando la tierra y el pueblo.

Todas las mañanas preparaba un cafe especial para si misma ya que antes lo preparaba para ella y su madre pero ella falleció hace 5 años y ella había quedado sola, pero no se sentía mal por el hecho de estarlo más bien le gustaba el silencio y poder concentrarse.

Luego de tomar su café en el silencio de la mañana, se dio un baño y se preparó para salir, portaba un vestido verdoso que hacía resaltar su larga cabellera rojiza, se hizo en el pelo un trenza que bajaba por toda su espalda para luego recostar la sobre su hombro.

Salió al pueblo sintiendo el calor del sol que se hacía presente con su llegada.

Tenía que buscar algunas hierbas medicinales por que de algo tenia que vivir y eso era la curanderia, Su madre le había enseñado todo lo que sabía sobre cómo tratar heridas, hacer medicinas, cuales hiervas eran buenas y cuáles no, y muchas cosas más.

Era conocida como la curandera del pueblo pero también tenía mala fama de ser bruja,(Y para serles sincera, no mentían), Morgana venía de un linaje de brujas de la era de la creación, su madre,su abuela, su bisabuela, tratará abuela y muchas más, eran diestras en la brujería.

El pueblo de Narnia conocía su otro don, pero no querían entrometerse en su camino y no querían salir mal parados al entrometerse con ella, la mayoría del pueblo se limitaba a atenderle en las tiendas y a ser agradables con ella, la otra mitad no le gustaba su mera presencia y siempre la ignoraban y denigraban por ser una bruja, lo único que hacía que le guardarán un poquito de respeto era que ayudaba a las personas en el pueblo a ser curados y si necesitaban algo de medicina ella la preparaba y cobraba el servicio.

Morgana no tenía amigas a las que puedas llamar para un día de fiesta, que se quede a pasar la noche, que hablen de hombres, no nada de eso las mujeres en el pueblo eran vanidosas y no les gustaba la idea de que Morgana resaltará en la belleza, con su piel pálida, sus ojos verdes, larga cabellera rojiza, era la envidia de muchas mujeres, aunque los hombres no se acercarán a ella,(Por bruja), no significa que no se interesaran por ellas, las mujeres con esposos y las madres protectoras le echaban miradas de mala muerte.

Solo que a Morgana no le importaba y se pavoneava por el pueblo sin importarle más las miradas juiciosas que las señoras del pueblo le lanzaban.

-Buenos días,-Dijo Morgana mientras se adentraba en la tienda de de la señora Heris ,- No recibió respuesta de la señora Heris , pero no podía importarle más, intentaba ser cortes pero de nada le servía con esas personas tan juiciosas.

-Buenos días, Morgana,-Respondió en conjunto el par de hermanos, Hermis y Herman.

-Como se encuentran hoy los hermanos más guapos de narnia,- Pregunto Morgana tomando una hierbas y frutas.

-Dudo que te importé como están.- Resopló Heris desde el mostrador.

-No seas así mamá,-Le grita Herman desde el puesto de las hierbas donde ayudaba a Morgana.

-Herman tiene razón mamá, No seas así.- Le dio fuerza Hermis a lo que decía Herman.

-Soy como yo quiero ser,- Reprocho Heris a sus hijos.

-Dejen la en paz chicos, ya me acostumbré a que no me soporté,- Susurra Morgana a los hermanos.

-Sabes que no es justo que te trate así, no importa lo que seas, siempre y cuando no mates a nadie, no tienen que jugarte de una manera tan mala.- Dice Hermis indignada.

Clara la reyna de Narnia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora