Capítulo 4: Eres extraño.

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A veces Invo se preguntaba qué hacía Dreyrus en el hospital para entretenerse.
¿No es muy aburrido estar en un hospital?
Alejando los pensamientos de querer preguntarle algo más importante, como lo era qué hacía allá en primer lugar, simplemente se quedó con esa única duda que mencioné anteriormente.

Así que Invo se armó de valor para ir a visitarle.
No tomó nada más allá de lo necesario y... Una libreta y un lápiz.

Si, estos dos últimos no suenan del todo necesarios, pero nuestro querido Invo tenía algo en mente.

(...)

Una vez que Invo logró convencer a una enfermera de que lo dejara visitar a alguien, llegó a la habitación en la que estaba Dreyrus.

No era algo más allá que una habitación corriente de un hospital, ¿Qué esperaban?

Allí se encontraba el esqueleto, mirando hacia la ventana, pensando en quién sabe qué.

—Hey ¿Te has dado cuenta de que estoy aquí?—Pronunció el pelirrojo, desde el otro lado de la habitación.

Seguidamente, Dreyrus se asustó de sobremanera, hasta que se dio cuenta de quién era el que lo estaba visitando.

—¡Oye! ¿¡Por qué hiciste eso?! ¡Casi me das un infarto!—Reclamó él, pero luego se empezó a reír como un demente.

—Eh... ¿Qué te pasa ahora, esquizofrénico?—Preguntó bromeando Invo, pero luego no pudo evitar reírse también de la situación.

Todo esto se sentía como un sueño. Uno muy raro.

—Bueno ¿Pasarás o qué?—Dijo finalmente el esqueleto, mientras veía a nuestro protagonista favorito con una cálida sonrisa.

Invo simplemente se acercó tímidamente a donde estaba Dreyrus y se sentó junto a él.

El pelirrojo sacó la libreta y el lápiz y se los pasó al chico a su lado. El mismo se quedó algo confundido.

—Me estaba preguntando qué hacías para entretenerte aquí, así que decidí venir y ver qué tal dibujas. Así, yo salgo de mi departamento y tú puedes divertirte un rato—. Explicó Invo, mientras hacía un pequeño dibujo de sí mismo en una hoja de la libreta.

—Oh, vaya, ha llegado don diversión al lugar—. Comentó sarcásticamente Dreyrus, viendo como el pelirrojo se molestaba un poco—. Que es broma, que no te lo tomes tan en serio. A veces eres un bobo.

—Si, tal vez lo sea, pero tú no te quedas atrás—. Comentó Invo, y luego le mostró la lengua, a modo de broma.

Ambos se rieron de las estupideces que hacían o decían a veces, y continuaron disfrutando el momento.
Esa era de las pocas veces que Dreyrus podía disfrutar un momento del día. Por eso agradecía estar con el pelirrojo.

Drey empezó a dibujar garabatos en la libreta, haciendo un montón de cosas sin sentido.
Hasta que un dibujo empezó a tomar algo de forma.
Eran un montón de ojos con garabatos rodeándolos, haciendo una figura grotesca y sin sentido.

—¿Qué cosa tan creepy tienes en el cerebro?—Preguntó bromeando Invo, pero aún viendo confuso lo que se suponía que era.

—Oh, es un dibujo weirdcore. Es uno de los estilos que más me gusta dibujar. Me parece una representación abstracta pero al mismo tiempo... "Apegada" a como me siento por dentro—. Explicó el esqueleto, mirando fijamente lo que había dibujado. Daba miedo, pero al mismo tiempo era... "Familiar" verlo.

—Eres extraño. Yo solamente me la paso dibujando estrellas o alguna que otra vez algún personaje de algún videojuego—. Comentó nuestro pelirrojo protagonista, intentando hacer un pequeño Kris en una esquina de la libreta.

—Sí, soy extraño, pero al menos no me la paso dibujando tonterías—. Dijo bromeando Dreyrus.

—¿¡Cómo te atreves a decir algo como eso?! Me he ofendido profundamente. Ya no somos amigos—. Pronunció dramáticamente Invo, mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia otro lado.

Drey empezó a reírse y le dio un golpecito al pelirrojo, mientras que lo veía haciéndose el ofendido.

Luego Invo no pudo resistir más y simplemente empezó a reír también.

Estos extraños pero hermosos momentos hacían a Dreyrus querer irse para siempre de ese hospital. Lamentablemente había muchas cosas importantes que lo detenían.

Después de un rato, simplemente se quedaron dibujando, hasta que se hizo tarde.

(...)

—Mierda, ya tengo que irme. No puedo quedarme aquí mucho tiempo, más bien creo que me excedí un poco en esta visita. Aún así, no me arrepiento de nada—. Admitió Invo, quien, si no salía ya, sería sacado a patadas.

—Gracias por venir, Invo. Fue inesperado tenerte de visita hoy. Espero verte de nuevo pronto—. Dicho esto, Dreyrus le dio un abrazo al pelirrojo, y se dieron un último adiós, sonriéndose dulcemente.

Qué bien la había pasado Dreyrus esos días.
Una lástima lo que está pasando.

Counting Stars. [Invo x Dreyrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora