Mastermind | NamJin || BOOK 3#

Twelve. Promesas preciosas

Vigila que Seokjin no esté en ninguna parte. Dijo que saldría con sus amigos, pero ya ha caído en esa trampa suficientes veces. Se apresura a tomar múltiples cosas del closet y correr con todo al baño. Así, aunque esté aquí y no lo ha notado, no va a poder romper su ropa. Se arregla el cabello, se pone el binder más suave que tiene y encima, un suéter blanco y muy aireado; pantalón holgado, converse rojos con una cremallera en el costado.

Jin toma su tiempo en maquillarse. Cubrir las ojeras, muchísimas horas de sueño que necesita culpa del colegio y exámenes universitarios que está tomando. Su expectativa de hoy para su reunión con Namjoon es muy simple: contarle que piensa saltar toda la secundaria que le resta, entrar en la Universidad de Seúl y graduarse en medicina electrónica y programación. Sabe que puede lograrlo. No tiene vida social, tampoco ningún hobbie aparte de leer ensayos científicos o programar por sí mismo.

Es perfecto para ir a meterse de cabeza en esos programas intensivos y ¡Namjoon va a elogiar! ¡Va a estar orgulloso de que hace algo parecido a él! Que también estudio muchas cosas al mismo tiempo y consiguió sobresalir en todas. Quizá no sobresalga, pero si se graduará con notas excelentes.

Va a dejar atrás y en total ridículo a Seokjin. También tiene otro plan arriesgado: pedirle trabajo a sus padres, mudarse a solo y así, no tener a Seokjin entorpeciendo y molestando. Va a demostrarles que merece más que el estar a cargo de la compañía. Ni siquiera va a necesitar ayuda de Namjoon.

Aunque en última estancia, todo lo que quiere conseguir es para ver esa mirada de orgullo, obtener sus elogios y compañía.

Acabado de vestir sale a su habitación, dónde encuentra a Seokjin dejando sus cosas en la cama. Al verse entre los dos, surge un incómodo silencio. Seokjin entrecierra los ojos, viéndole con sospecha. Es más que obvio que Jin se arregló por algún razón—. ¿Camino al prostíbulo? —cuestiona con deje burlista, pero expresión de desagrado.

— ¿No te aburres de decirme lo mismo? Ya ni siquiera tienes imaginación para insultarme. Eres patético. —bufa Jin dejando el maquillaje en la comoda. Se ajusta los zapatos y toma la mochila pequeña. Seokjin se sienta en la cama, apoyando las manos atrás.

— ¿Por qué debería desperdiciar tiempo pensando en algo que sea mejor? Si eres una puta y barata. Seguro no sabes ni chupar bien. —Jin rueda los ojos y desde la puerta, le dice:

—Pues una puta inútil va a desplazarte porque ni siquiera sabes cómo mantener a papi contento. Deberías aprender a chuparlo bien. —Jin hace un gesto de falsa pena y cierra la puerta al irse. Se apura a la salida, dentro del auto y abraza su mochila con fuerza.

Dando el respiro más fuerte de todos y así, calmar un poco su alborotado corazón. Sorprendido de sí mismo por tener fuerza suficiente para insultar a Seokjin. Antes no se le hubiera ocurrido hacer algo así. Es, de nuevo ¡Gracias a Namjoon! Quien le demostró que tiene la fuerza y capacidad de desplazar a Seokjin. Su tan carismático y llamativo hermano gemelo.

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—Él dice que me acostaría hasta con papá para conseguir cosas, así que le dije que es el quien no lo hace y lo desplazaría por no hacerlo bien.

Namjoon se ríe cubriéndose la cara. Las peleas de estos gemelos se le están haciendo muy chistosas. Claramente un pleito de niños.

Se inclina hacia Jin y le da un beso en la mejilla—. No busques más enfrentamientos directos. Debes ser más sutil. Después de todo... tu hermano sigue siendo un patán sin mucho escrúpulos. Podría hacer algo inesperado—Toma a Jin del mentón, con el adolescente respirando suave por la boca—. Y no quieres que te lastime gravemente ¿Cierto Jin?