Miguel suspira, se sentía mal y lo único que quiere en ese momento es ir a su casa para descansar. Lo ocurrido con Dios le dejo exhausto, ya que este esta enojado por lo ocurrido con Lilith, y por consecuencia, él termino recibiendo el castigó.
Suspira, casi pierde la mitad de su cuerpo por intentar huir de aquello, ya que Dios quería usarlo para ir personalmente a donde se encuentra la ahora demonio, todo para ponerle una maldición, la cual es que cada hijo que tenga, muera al nacer.
Menos mal que Gabriel llegó justo después de que se curará, ofreciéndose voluntariamente para hacer ese "encargo", por lo cual ese maldito aceptó. En parte, agradecía un poco que ese arcángel fuera tan devoto y se ofreciera.
No quiere que los del infierno lo miren con más odio, tiene suficiente con las miradas que le dan después de la Guerra Celestial.
Suspira, él no confía en las palabras de Dios sobre lo que supuestamente hizo Lilith. Decía que esa mujer omega comió carne de demonio para alimentarse, además de que también lo hizo para que no la obligarán a regresar, y que por esa simple razón, se convirtió en demonio.
¿Eso era siquiera posible? Se preguntaba, pero tenía la certeza de que la situación no fue así, que el responsable de ese suceso tuvo que ser el pequeño de Lucifer.
"Claramente mintiendo para que no se enteren de lo sucedido."
Llega finalmente a su casa, por lo cual se adentra a esta con calma. Astaroth no llegará hasta dentro de algunas horas, así que por lo menos tendrá el tiempo suficiente para bañarse y cambiarse de ropa, así se podrá quitar el olor y el rastro sangre. Agradecía eso, ya que por ese día no quiere interrogatorios, además de que tiene un gran dolor de cabeza por lo ocurrido.
"Ay, aparte que pronto entraré en celo."
Se saca aquellas prendas y deja de usar aquel hechizo qué oculta su verdadera apariencia; ha ganado un poco de peso en ese tiempo, pero igualmente se le ve bastante delgado para su altura y contextura.
"Un baño me hará bien..."
—Papá, despierta —escuchó decir, además de que sentía un movimiento persistente en su hombro derecho.
Abre un poco los ojos, dándose cuenta que se quedó dormido en la pequeña "piscina" que tiene, la cual está conectada con una fuente de aguas termales. Se metió en ese lugar después de bañarse, ya que quería relajar bien su cuerpo.
Lo último que recuerda antes de caer dormido, es haber escuchado a alguien diciéndole que disfrutará del tiempo que le queda con Astaroth, además de sentir que era una presencia bastante fuerte, casi llegando a los niveles de Dios.
"¿Qué habrá sido eso?"
Suspira y se sienta bien, se había sumergido un poco en el agua, haciendo que anteriormente estuviera cubierto por esta misma hasta la boca. Mira a su hijo y le asiente en son de bienvenida, además de agradecerle el que lo halla despertado, ya que no sabría hasta cuanto tiempo más hubiera estado ahí metido.
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A Su Debido tiempo (Omegaverse)
Fantasy𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠: -𝔸𝕓𝕦𝕤𝕠. -𝕄𝕒𝕟𝕚𝕡𝕦𝕝𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟. -𝔸𝕦𝕥𝕠𝕝𝕖𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤. -𝕄𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕕𝕖 𝕤𝕦𝕚𝕔𝕚𝕕𝕚𝕠. ~~~ Un omega, nació siendo de esa casta pero eso no impidió qué pudiera ser igual de importan...