I met someone

4 2 0
                                    

Saturday Sun - Vance Joy

Me dijo que, si al encontrar a tu alma gemela

suena una canción en tu cabeza,

es un regalo. Algo especial.

Alice Kellen 

Poco a poco, nos hicimos con aquella serie:

—Yo soy más parecido a él en el resto de los aspectos. —Frunció los labios mientras hablábamos de un personaje.

—Como en enamorarse de una tía dura —sugerí y él rio.

—Oye, ¿por dónde vas? Es por decirte una cosa o no.

—Cuando se están peleando las chicas.

—Ok, entonces no digo nada. —Hizo una mueca—. Yo voy por el 3.

—Te odio.

Not my fault.

—Sí que lo es.

—¿Por qué? Mírate los capítulos más rápido, idiota.

—ES QUE ME DISTRAIGO CON FACILIDAD —me quejé.

—Mal. No te distraigas con facilidad. —Sonrió orgulloso de su solución.

—Pues ven y así si la veo contigo no me distraeré.

—O sí. —Me miró con las pupilas dilatadas, con otras intenciones, yo lo sé.

—Chan chan chaaan —murmuré para hacer énfasis.

Sus ojos siguieron observándome, pendientes de mí.

—Pero si no sabes calentar, Darling —dije.

—Tampoco lo he intentado, darling... Si quiero te pongo como una Play 4 Pro.

—No puedes. —Fui tajante, aunque en realidad me hacía gracia y porque en el fondo quería que él intentase excitarme.

—Puedo perfectamente. —Me gustó la convicción con la que contestó; si podía hablar así durante un rato, bueno, nunca se lo dije, pero era posible que sí me hubiese puesto.

—Darling —empecé, reprimiendo la risa—, fóllame.

—Wow, eso sí que pone como una Play 4 Pro —se burló.

—Bueno, no, que te enamoras —continué hablando. Emitió un ruidito de disconformidad y respondí a su comentario—: No lo he intentado contigo, Darling..., pero te harías una paja... o dos.

—No da —respondió, y yo le pregunté si de verdad creía que podía conmigo—: Sip, solo con el uso de mi lírica.

—Pero si tienes faltas, Darling —repliqué socarrona recordando los mensajes de nuestro chat.

—Cállate, ¿ok? Yo puedo... Además, hace mucho que ya no —añadió en bajito sobre lo que yo había expuesto que pasaría si intentaba excitarlo a él.

—Pues inténtalo, venga, adelante —lo animé con una sonrisa canalla en mis labios.

—Nono, eso tiene que salir —se echó atrás el cobarde—, no lo saco por arte de magia... La clave es ser yo mismo.

—Bueno. —Sonreí—. Oye, ¿qué vas a decir mañana cuando me veas?

—Mmm, no sé; no lo he pensado... Actuaré normal.

—Vamos, que ni «hola» me vas a decir. —Las carcajadas salieron con naturalidad de mi boca.

—Hombre, lo primero: espero un abrazo —explicó y yo articulé una mueca—. Luego ya veré... Lo que surja. Es que no sé, no soy de plantearme conversaciones.

Till There Was You: Every Now and Then (Spanish Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora